Este jueves la Selección Peruana vuelve las canchas y hay un tema que es difícil olvidar. Hace unas semanas, un grupo de futbolistas que suele ser llamado por el Tigre sacaron un video haciendo una campaña a favor de la candidata Keiko Fujimori. 

Las reacciones no tardaron en llegar. Para muchos manchaban la camiseta politizándola. Para otros, eran cómplices de la corrupción. Para sus defensores, estaban ejerciendo su derecho a la libertad de expresión. 

Lo cierto es que hubo mucha información y análisis tras la publicación de las imágenes. El mensaje de los jugadores tenía el mismo contenido y salió el mismo día. La gráfica también era la misma. Muchos acusaron que les habían pagado por anunciar su apoyo. 

Por eso, la ONPE, según el Comercio, les habría pedido explicaciones, por ejemplo, a Paolo Hurtado y a Raúl Ruidíaz: "Solicito a usted se sirva informar formalmente a esta gerencia si algún partido político u otra organización vinculada, ha financiado dicho mensaje respecto a la campaña, a efectos de identificar una posible vinculación al financiamiento de organizaciones políticas". 

Esto habría molestado al Caballito que respondió también en un comunicado negando pagos: "la comunicación remitida por usted despierta dudas en mi persona respecto de si la Gerencia de Supervisión de Fondos Partidarios de la ONPE está llevando a cabo sus funciones de manera compatible con el principio de neutralidad".

Así, la oficina nacional de proceso electorales les estaría consultado si hubo o no financiamiento para mandar su mensaje. Esto, por lo visto, no gusta a algunos, pues sienten que no creen la autenticidad de su mensaje. En fin, el fútbol y la política ya no se pueden separar.