“Si estás enfermo o lesionado, no corres, no compites, eso tiene sentido para mí, por varias razones. En primer lugar, por la salud de los deportistas. A largo plazo, no estoy seguro de que le vaya bien al tobillo de Nadal. Además, los medicamentos, y especialmente las inyecciones, no solo tienen un efecto curativo; ciertamente pueden tener efectos en el rendimiento o modificarse para mejorar el rendimiento, por lo que me parece que están en el límite”, dijo el ciclista francés Guillaume Martin, integrante del equipo Cofidis. En una entrevista con L'Equipe, el galo, que también es escritor y licenciado en Filosofía, agregó: “Lo que hizo Nadal habría sido imposible en el ciclismo, y eso me parece normal", apuntó el integrante del equipo Cofidis en clara referencia a la normativa UCI que desde 2011 prohíbe los tratamientos con agujas en el ciclismo".

En línea, quien lo secundó, también, fue Thibaut Pinot, otro ciclista francés, que aprovechó su cuenta de Twitter para dejar en claro su postura en el diálogo que se dio entre la ex tenista y comentarista de Eurosport, Barbara Schett, con Rafaes Nadal tras la final que consagró al mallorquín en el polvo de ladrillo de Roland Garros. Schett preguntó al español por las infiltraciones y Pinot tuiteó: "Héroes de hoy...".

Posteo que generó controversia y no pasó inadvertido. “La tristeza de este tuit”, le respondió el tenista francés Jonathan Eysseric, ex 72° del ranking y actual 705 del mundo. “¿Por qué? Porque tengo mis convicciones, ¿una forma de ver el deporte y el rendimiento deportivo de manera diferente a la tuya puede ser?”, escribió Pinot. Y añadió, en otros posteos: “En ningún caso se cuestiona aquí su carrera ni su talento. Vemos demasiados atletas usando este tipo de práctica en las últimas semanas. Casi pierdo 2 años de seguramente las carreras más hermosas para cuidar mi espalda, fue difícil pero hoy estoy orgullosa de ello (...) Métodos que están prohibidos en mi deporte, lamentablemente tan denunciados”.

Luego de estas críticas hacia el 14 veces ganador del Abierto de París, el director general de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Olivier Niggli, recogió el guante y defendió Nadal al señalar que las infiltraciones a las que el deportista se sometió en su pie izquierdo para anestesiar su pie izquierdo que aquejan al tenista español desde hace 18 años por padecer la enfermedad de Müller-Weiss. “No están en la lista de productos prohibidos (por AMA), ya que se estima que no mejoran el desempeño deportivo y que no son perjudiciales”, sostuvo Niggli.

Para Niggli el debate sobre las infiltraciones no corresponde llevarlo al campo del dopaje sino al de la ética médica. “Uno podría preguntarse si es aceptable que un deportista de elite tenga que someterse a inyecciones antes de un partido”, dijo en una entrevista para la televisión suiza RTS. Y sumó: “Nadal ha ganado 14 títulos en Roland Garros, y si los 13 anteriores lo consiguió sin necesidad de esas inyecciones, es probable que el decimocuarto no haya sido gracias a ellas".

Sumado a la defensa de la AMA, la Sociedad Española de Medicina del Deporte publicó una nota en la que asegura que “las infiltraciones anestésicas son procedimientos terapéuticos de amplia y antigua utilización, tanto en el ámbito del deporte como en el laboral y en otros muchos". Y agregó: “Las infiltraciones no están prohibidas en el ciclismo por la Unión Ciclista Internacional, tal como se ha indicado por algún deportista de nacionalidad francesa" y afirmó que "relacionar conceptos de infiltración y dopaje es una incorrección y posiblemente esté destinado a sembrar la duda sobre la legalidad de los resultados de algunos deportistas".

Todo esto sucede mientras el mallorquín de 36 años está en Barcelona, adonde se lo vio caminar con muletas, para someterse a un tratamiento paliativo dado que la enfermedad de Müller-Weiss degenerativa e incurable.

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¿Qué es la enfermedad de Müller-Weiss?

Se trata de una enfermedad degenerativa e incurable, que se caracteriza por la deformación de uno de los huesos del pie. Es una displasia del escafoide tarsiano. En el caso del tenista español, la afección es en el pie izquierdo y el propio deportista reveló que tuvo que jugar gran parte de Roland Garros con el pie anestesiado, algo que no está dispuesto a repetir en futuros encuentros. En rigor, se practica un bloqueo a distancia, con inyecciones que repercuten en los nervios. En palabras de Nadal: “Estoy jugando sin dolor, pero con cero sensaciones en la zona. Es como cuando te duermen en el dentista".

Por ello, Nadal fue sometido a un "tratamiento de radio frecuencia pulsada en los diferentes nervios involucrados en el área de la lesión que padece", según explicó un allegado. En suma, se trata de inhibir el nervio para quitar esa sensación de dolor permanente. Se hace a través de la inserción de una aguja especial bajo la guía de rayos X o ecografía hasta que se asienta junto al nervio que se va a tratar. Una vez en posición, se da energía a la punta de la aguja utilizando impulsos de radiofrecuencia para reajustar la función a del nervio dañado.

El tenista de 36 años y 4 del mundo, aún no se sabe si podrá ser parte de Wimbledon, el tercer Grand Slam del año que se disputa en el All England Lawn Tennis y Croquet Club (AELTC). “Estaré allá si mi cuerpo me lo permite. Wimbledon es una prioridad, los Grand Slam son una prioridad. Jugarlo con antiinflamatorios, sí; con inyecciones de anestesia, no”, precisó Nadal.