“No reconozco a mi club”, dice Didier Drogba como máxima leyenda de un Chelsea que ayer culminó una serie de pasos en falso a nivel deportivo, económico e institucional que pasarán factura en cada rama de Stamford Bridge. La era Todd Boehly, una auténtica película de terror que se traduce en una cronología que deja ver como los primeros 700 millones de euros invertidos al oeste de Londres han terminado en un fracaso donde lo peor está por venir.
Eliminado anoche con un grupo de estrellas que pese a los cambios de entrenadores, de sistemas y de fichas para sustituirles, han estado lejos de poder ser una garantía para un Chelsea que ahora mismo se encuentra sin objetivos hasta el final de temporada. Los cuartos de final suponían la única vía para poder pisar Europa la próxima temporada y por ende de poder disfrutar del dinero que la UEFA entrega a los clubes que se clasifican para dichas competencias. Pronto veremos como la caída supondrá un giro de 180 grados al proyecto ideado por Todd Boehly.
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El multimillonario empresario de 49 años se hacía el pasado 24 de mayo de 2022 con la compra de un club que vivió un huracán de emociones tras la salida de Román Abramovic y todos los escándalos que está trajo producto de los hechos que se toman el este de Europa desde entonces. Todd Boehly, experto en la gestión y explotación a nivel tanto económico como deportivo de otras disciplinas como el béisbol, llegaba con la obligación de marcar tendencia y de apuntar el siguiente paso en el proyecto de una entidad que solo 12 meses antes a su arribo levantaba su segunda Champions League de la mano de Thomas Tuchel.
Todd Boehly; Getty
La premisa inicial era clara y pasaba por desmarcarse de todo lo que recordase Abramovic por Stanford Bridge. La salida de Tuchel tras apenas una jornada de la fase de grupos de la Champions, sumado a la expulsión de toda la secretaría deportiva que había logrado conseguir un proyecto sólido temporadas atrás y dónde nombres como Peter Cech o Marina Granovskaia suponían un alivio para las gradas, daban un giro de 180° que ha pasado factura al club desde entonces y que anoche culminó un fracaso donde a 19 de abril nadie sabe quién será el nuevo entrenador del Chelsea.
Eliminado de la Carabao Cup en los dieciseisavos de final, eliminado de la FA Cup en los treintaidosavos de final, eliminado de la Champions anoche y número 11 en una Premier League donde no estarán en las próximas copas internacionales, el fracaso del Chelsea por supuesto también afectará un factor económico donde Todd Boehly se ha dejado más dinero que nunca y donde los efectos de este jamás se vieron en el césped .
Marina Granovskaia y Peter Cech: TW
Hecatombe de récord
Llegaron nuevos fichajes en enero, incluido por supuesto el de un Enzo Fernández que hasta aquí parece ser la pieza más regular de un grupo de jugadores dónde ni siquiera todos los fichados han podido disputar encuentro de UEFA Champions League en el segundo tramo de la temporada. Los 600 millones invertido durante las dos ventanas de incorporaciones, sumado a una serie de jugadores que todavía no encuentran un destino fuera del club que no les quiere, obligaron a los blues a plantarse en verano con la necesidad de generar más ingresos que nunca para no tener problemas ante la FA, ante el Fair Play financiero de la UEFA, y ante nuevo reglamento en este sentido, que será más estricto que nunca. Tienen más de 40 jugadores en su plantilla.
Enzo Fernández: Getty
Un panorama que hace mucho más complicado el contexto de quien asumirá como nuevo entrenador, pues de cara acrecentar sus números entre el Fair Play financiero, Chelsea se verá obligado a vender piezas que como canteranos o jugadores que lleven ya varios años en The Bridge, se encuentran ya amortizados a diferencia de los nuevos fichajes. Reece James, Mateo Kovačić, Mason Mount, Trevoh Chalobah, Kepa o Christian Pulisic, prácticamente sentenciados a dejar el club de la capital inglesa entre julio y septiembre.
¿Y ahora qué?
Aunque parezca mentira, habrá que seguir invirtiendo dinero, pues parece haberse dejado más de 600 millones en cuanto fichaje se refiere y en esos cambios de entrenadores, dónde entre la salida de Tuchel, la llegada de Graham Potter, la marcha del ex Brighton y la contratación de Frank Lampard, los blues han invertido solo en su banquillo y en lo que vamos de temporada sumas que The Athletic deja en cifras cercanas a los 100 millones de libras. Todo esto repetimos para que a día de hoy el club no tenga ese ‘9’ de área que tanto extrañase la plantilla noche contra el Madrid.
Thomas Tuchel, Graham Potter y Frank Lampard: Getty
Ya hay críticas contra Todd Boehly, enfrentamientos contra su junta directiva en las gradas de Stanford Bridge y una nueva aparición del propietario norteamericano en el vestuario del conjunto londinense tras caer nuevamente anoche. Casi 700 millones de euros, tres cambios de entrenadores, 11 meses en el cargo y dos ventanas de incorporaciones después, Chelsea cierra una de las temporadas más nefastas en su historia moderna en la Premier League y con la sensación de que lo peor todavía no ha llegado al barrio de Fulham.