Roberto Sosa tuvo una carrera envidiable para cualquier futbolista. Ídolo en del club en el que se inició (Gimnasia y Esgrima La Plata), vistió la camiseta de una de las instituciones más importantes de América (Boca Juniors) y a fuerza de goles logró cruzar el océano atlántico para desplegar sus virtudes en una de las más prestigiosas ligas de Europa: la Serie A de Italia.

Pero más allá del superávit deportivo, seguramente lo que más estima de su etapa en el campo de juego, es haberse convertido en el último 10 del Napoli. ¿Cómo llegó a tener el privilegio de utilizar el manto sagrado con el que Diego Maradona se convirtió en el dios de la ciudad del sur de Italia? Lo cuenta el propio Pampa en una charla con Bolavip en Nápoles.

"Pierpaolo Marino, que era el director deportivo y a quien conocía del Udinese, me llamó para llevarme. Me tuvo que convencer porque me daba miedo. No es que no quería ir al Napoli, no quería ir a la Serie C. Yo estaba en el Udinese para jugar la Copa UEFA. Pero me dijo que el Napoli iba a volver a la Serie A y que yo iba a ser el Rey de Napoli. Entonces, como en esa categoría hay que utilizar obligatoriamente los números de corridos del 1 al 11, le dije, 'hagamos una cosa, el último jugador que utilice la 10 en el Estadio San Paolo quiero ser yo', y ahí nos dimos la mano", relató con una mueca de satisfacción Roberto Sosa que hoy, en su rol como entrenador, se encuentra ligado al Racing City Group.

Para completar aquella historia, agregó: "No hay un hincha que no me diga 'El Último 10'. Claramente me da un poco de vergüenza, es un número que no me representa porque tenía otras características. Me permite más de una vez no pagar la pizza donde voy a comer. Al margen de Higuaín, Cavani, Insigne, el Pocho Lavezzi... El último 10 fui yo y eso va a quedar para siempre".

La razón por la que Roberto Sosa se ganó el cariño del hincha napolitano

"Yo fui el primer jugador que llegó al Napoli cuando descendió a la Serie C. Ni siquiera estaba el técnico. No tenía ni siquiera una sede. Me acuerdo que mi contrato lo firmé en un hotel. En el momento que llegué acá ya no pensé más en la categoría, empecé a pensar en ascender a la Serie A, en cómo vivir en la ciudad. Ese episodio de haber sido el primer jugador en haber aceptado el proyecto es lo que más me une con el hincha napolitano y más después de haber llegado a la Serie A. Porque además ellos recuerdan que no teníamos nada. No es que no teníamos jugadores. No teníamos materiales para entrenarnos, no teníamos ropa, no teníamos cancha, masajista. A las dos semanas de haber llegado, recién ahí tuvimos un plantel de 20 jugadores con el campeonato de Serie C iniciado. Me ven a mí como el que puso la primera piedra para la reconstrucción de un Napoli que hoy va a jugar la Champions League". 

Su sensación por el paso por el Napoli y la huella imborrable que dejó Diego Maradona en la ciudad

"Napoli te marca en la piel y en el corazón. Las personas viven dependiendo de lo que hace el Napoli el fin de semana. Diego en aquella época no solo representó al Napoli sino a todo el sur de Italia", cerró el Pampa.