La vida de Dak Precott va más allá de ser el quarterback de uno de los equipos de la NFL con más fanáticos y en el ámbito personal vivió uno de los momentos más duros cuando su hermano, Jace Prescott, se suicidó en la primavera pasada. El mariscal de campo de Dallas Cowboys vivió un auténtico ‘infierno’.

Una noticia como estas no era fácil de asumir y por más fortaleza que Prescott ha demostrado en los emparrillados ante cada golpe de la defensa rival, el dolor de la muerte de su hermano le dio un impacto tan fuerte que el quarterback de los Cowboys le confesó a Todd Archer de ESPN que sufrió de ansiedad y depresión.

“Cuando tienes pensamientos que nunca has tenido creo que es más que nada la oportunidad de darte cuenta y reconocerlo, de ser vulnerable. Hablé con mi familia, hablé con las personas que me rodeaban simplemente como lo hice yo en ese momento. Es obvio que algunos de ellos lo habían tratado antes, pudieron tener esas conversaciones y luego llegar más lejos solo a más personas”, confesó Prescott.

La historia de la familia Prescott no ha sido nada fácil ya que la madre de Dak falleció en el 2013 de cáncer de colon y quien la cuido la mayor parte de tiempo fue Jace. El fallecimiento de la mamá de Prescott sin lugar a dudas que fue otro duro golpe que los hermanos asumieron de manera diferente.

“Vio los momentos en los que ella tendría que pasar probablemente más de 10 horas vomitando esto y aquello y vio la medicina que tenía que tomar. Y, um, casi ni siquiera puedes poner en palabras la carga. Quiero decir, es algo que solo Jace sabía. Y él no necesariamente lo compartió, afirmó Dak Prescott.