En un marco increíble, River y Racing salieron al campo de juego del Cilindro de Avellaneda por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores 2018.

Como lo preparó la hinchada desde hace semanas, el estadio recibió al dueño de casa entre miles de banderas celestes y blancas.

Además, los fanáticos de Racing gritaron para alentar a su equipo y darle el apoyo que necesitaban sus jugadores.

Sin dudas, una noche de Copa Libertadores con todas las letras.