Con nuevos premios, comenzó la competición que obsesiona a un continente entero.
La CONMEBOL atraviesa uno de los peores momentos de su historia, con toda su vieja guardia dirigencial tras las rejas, y habiendo comenzado una nueva etapa de la peor manera: reduciendo, sin explicación coherente, todas las sanciones vigentes.
Los clubes, atentos a todo esto, amenazaron, y amenazan, con no jugar la Copa. No conformes con los premios y otros manejos, aunque especialmente por el dinero. Para frenar esta revuelta, CONMEBOL subió de 300 a 600 mil dólares el ingreso por partido a cada equipo. Así, parece que no habrá problemas.
Y más allá de los papelones, cuando ruede la pelota, estaremos todos de acuerdo en lo maravilloso que es el fútbol, y lo lindo que es especialmente de este lado del mundo. Un torneo que ofrece además una geografía particular, con viajes eternos, altura y variaciones climáticas; condimentos que lo hacen aún más complejo y difícil.