En el juego 6 de la Serie Mundial de Béisbol, los Tampa Bay Rays tenían controlado el partido ante Los Angeles Dodgers, con una notable actuación de su lanzador abridor Blake Snell; sin embargo, en su mejor momento, fue sacado del parque por su manager, Kevin Cash, cambiando para siempre el encuentro.

Todos los aficionados en el Globe Life Field de Arlington, Texas, y en el mundo entero se tomaron la cabeza no pudiendo creer lo que había hecho, y más aún con la consecuencia que trajo, la remontada de los angelinos y la conquista de su séptimo título de Grandes Ligas.

Con el daño hecho, Cash trató en conferencia de prensa de explicar el porqué decidió cambiar a Snell por Nick Anderson, quien recibió dos carreras inmediatas de los Dodgers en la sexta entrada, pavimentando el resultado definitivo, y su palabra nos dejó más asombrados.

"Yo no quería que Mookie (Betts) o (Corey) Seager vieran a Blake por una tercera ocasión", afirmó el manager de los Rays.

 

El desahogo de Snell
 

Aún masticando el sabor amargo de la derrota, el lanzador abridor de los Rays se refirió a la decisión de su entrenador y no ocultó su enojo por la medida que provocó un giro en 180 grados del juego 6, que finalmente terminó propinándoles la derrota.

"Definitivamente estoy decepcionado y molesto. Sólo quería la bola. Me sentí bien. Hice todo lo que pude para demostrar y luego que lo perdiéramos, apesta. Quiero ganar la Serie Mundial, y perderla apesta; pero es un gran manager, así que no voy a cuestionarlo", expresó Snell.

A su salida del partido, en la sexta entrada, el pitcher registraba números colosales, con 73 lanzamientos, donde ponchó a nueve jugadores y sólo permitió dos imparables. Una decisión que le puede costar caro.