Luis Fernando Montoya sigue siendo un ejemplo de vida para todo el mundo del fútbol colombiano y para quienes buscan una historia de vida que sirva para fortalecerse. Hace 15 años el exentrenador casi pierde la vida en un atentado que afectó su médula espinal, pero su legado e historia de vida sigue conmoviendo.

El 'campeón de la vida' fue entrevistado por el diario 'La Tercera', de Chile, y allí expresó cuál es su mayor deseo: "“Una de mis metas es volver a abrazar a mi hijo. Dicen que es muy difícil, imposible. Yo lo voy a intentar, lucho todos los días con cinco horas de terapia para ver si lo puedo lograr. Si lo logro, voy a ser un berraco; y si no, también, porque así José Fernando entiende que el ser humano no se puede dejar vencer tan fácilmente, que tiene que luchar, sobreponerse a las dificultades".

Y agregó: Ese mensaje es el que yo quiero transmitir, además de unos valores que hoy tenemos por el piso como sociedad. No hay honestidad ni sinceridad; solo egoísmo y falta de tolerancia, respeto y disciplina. Siento que esa es mi misión cuando llevo un mensaje a los colegios en Bogotá y Medellín”.

También contó algo de su día a día y dijo: Paso los días con mi esposa, con mi hijo, que estudia en Bogotá pero siempre está conmigo. La familia lo es todo. De ella parte la alegría, compartir, convivir, dialogar… que se preocupe por mí, y yo por ella. La familia es fundamental”.