En un año tan particular para el deporte en el mundo como este 2020, marcado por la pandemia del Coronavirus, la historia de Miami Marlins es digna de destacar, y es que en la temporada más corta en la historia de la Major League Baseball (MLB)vivieron de todo.

En cuatro meses de fase regular, la franquicia de Florida, manejada por la leyenda del béisbol Derek Jeter, pasó de ser uno de los focos más grandes de Coronavirus en las Grandes Ligas a realizar la mejor postemporada en 17 años, y quieren ir por más.

Prueba de aquello fue la forma en la que los Marlins llegaron hasta Wrigley Field y simplemente barrieron con los Chicago Cubs a domicilio, para meterse por primera vez desde 2003 en las series divisionales de la Liga Nacional, donde será rival de Atlanta Braves.

El año loco de los Marlins
 

Pero esta historia partió muchísimo antes. Específicamente el 27 de julio, cuando un brote de Coronavirus dentro del plantel mientras estaban concentrados en Filadelfia, obligó a la MLB a suspender el partido, siendo el primero de muchos durante la temporada regular. 

Incluso, cuando el foco de contagios estaba descontrolado, la franquicia pensó en contratar una impotante cantidad de jugadores para reemplazar a los afectados; pero en silencio, comenzaron a cumplir con sus compromisos y terminaron en el segundo lugar de la División Este.

Con toda esa carga a cuestas, llegaron a la ciudad de los vientos para enfrentar a Chicago Cubs, no venían de favoritos y terminaron dando la sorpresa de la ronda de comodines, barriendo con su rival gracias a una actuación sobresaliente de su lanzador dominicano Sixto Sánchez.  

Lo concreto es que a partir de este martes deberán viajar hasta el Minute Maid Park, la casa de los Houston Astros, para seguir manteniendo vivo su cuento de hadas cuando enfrenten a Atlanta Braves. Difícil, no imposible.