La devoción de los hinchas de Barcelona tras la remontada hizo que el ídolo y Antonella quedaran atascados con su auto.

El gol de Sergi Roberto provocó una locura, una fiesta, un carnaval. Tanto fue así que, incluso dos horas después de la proeza, Lionel Messi y su pareja, Antonella Rocuzzo, no podían salir del Camp Nou porque los aficionados de Barcelona lo vivaban al lado del auto, le pedían autógrafos, le sacaban fotos, le gritaban y lo adoraban con una euforia pocas veces vista en Catalunya.

Y claro, no era para menos...

+ Así lo remontó Barcelona

+ Así lo vivió Messi

+ Así está la Champions