En la espera de el duelo entre Argentina y Colombia por la Copa América 2011, el entrenador cafetero, Bolillo Gómez, confesó no tener idea cómo marcar a la figura albiceleste.
Los niños siempre dicen la verdad. Por el contrario, el mundo adulto se complica en la búsqueda de fórmulas y esquemas, como si no pudiera aceptar la sencillez de las cosas.
El fútbol, siempre como la vida, se debate entre esos mismos opuestos. Están quienes entienden que la belleza está en lo simple, en lo instintivo y natural; y quienes necesitan dibujar compulsivemente una pizarra para reprimir las libertades de veintidós hombres que, a pesar del dinero y el negocio, todavía apuestan a jugar.
Pero hubo un día en que Hernán Bolillo Gómez, reconocido entrenador colombiano que actualmente dirige a la selección de Panamá, recuperó la inocencia de la infancia.
Si me pongo a mirar a Argentina me voy a enloquecer
Se debía disputar la segunda fecha del grupo A de la Copa América Argentina 2011, y Colombia enfrentaba justamente al local, que tenía a Messi como figura descollante y la obligación de ser campeón.
Gómez habló sobre el rival, pero hizo foco en el equipo propio. Aseguró que realizar demasiado hincapié en Argentina y sus figuras lo terminaría haciendo enloquecer, por lo que era mejor apostar a tener la pelota y atacarlo.
Yo no sé marcar a Messi, es la verdad. Nosotros tenemos un estilo, tenemos una zona, tenemos relevos, respaldos y un trabajo
Messi había recibido el Balón de Oro 2010 como mejor jugador del mundo, y llegaba a la Copa América encendido tras ser campeón de la Champions League con Barcelona y con sed de revancha luego de la eliminación en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica. Ante semejante jugador, el Bolillo se mostró desprovisto de complicaciones sintácticas y apostó a la simpleza.
Durante una conferencia de prensa le preguntaron al entrenador, que también dirigió a Ecuador y Guatemala, cómo haría para frenar al crack de Barcelona y 10 albiceleste, interrogante que ocho años después sigue sobrevolando el mundo fútbol. “Yo no sé cómo marcar a Messi”, contestó Bolillo, con la honestidad de un niño y con la seguridad que se arrogan los mayores.
La frase quedó en la historia, pero no todos deben recordar el resultado. Aquél día Colombia presentó una novedad: la inclusión de Carlos Sánchez en el mediocampo. El hoy volante de Aston Villa siguió a Messi por toda la cancha, y prácticamente lo borró del partido. Argentina salió chiflado del estadio tras empatar 0-0 y Colombia dejó casi cerrada la clasificación. Admitir el no saber, es Sentirse Campeón.
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