Apenas instantes después de salir Campeón, cualquier futbolista del mundo estaría desbordado de felicidad, a puro agradecimiento y disfrute con su familia. Sin embargo, Ismael Sosa se tomó un momento para el análisis personal y dejó en claro que no todo es color de rosa.

En pleno campo de juego, el delantero argentino de Tigres comentó: "Terminé jugando más la Liguilla que el torneo. Uno está tranquilo y tratando de aportar de donde le toca. Ahora quiero disfrutar, pero a uno le gusta jugar. Yo soy feliz jugando al fútbol y nunca tuve un semestre como este sin tanta actividad... Soy feliz en Tigres, pero soy más feliz jugando".

Así, algunos de Pumas se ilusionan con su vuelta a CU, ya que allí rindió bárbaro. En total, el ariete de 30 años disputó apenas 47 partidos, con 17 goles y 4 títulos, en este año y medio en Monterrey. Todo parece indicar que, postergado por la jerarquía de Eduardo Vargas, Enner Valencia y André-Pierre Gignac, su final de ciclo en la escuadra universitaria está muy cerca.

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