Los Golden State Warriors no querían quedarse con las manos vacías tras la salida de Kevin Durant del equipo, pero sus opciones eran limitadas por la cantidad de dinero disponible en su espacio salarial.

Es por eso que, bajo la aprobación de Durant, decidieron arreglar un acuerdo de firma y traspaso con los Brooklyn Nets, en el que KD terminaría en el Este, y ellos a cambio enviarían a D'Angelo Russell a la bahía.

Esta fue una apuesta tan arriesgada como sorprendente para los conocedores de la liga, teniendo en cuenta que ya los Warriors contaban con Stephen Curry como su principal referente a la ofensiva y armador del equipo. Sobre esto, el gerente general Bob Myers aclaró: 

"Sabía que Kevin (Durant) no iba a volver. Mi trabajo, nuestro trabajo como dirigencia, es prepararme para lo que pase si Kevin regresa y lo que pase si Kevin no regresa. No fue necesariamente algo que nos llevó de inmediato a D'Angelo. Pensamos: 'Estas son nuestras opciones si Kevin no regresa. ¿Qué podemos hacer?' Y para la gente que escuchaba, era simple: o hacíamos algo como lo hicimos, que era más agresivo, o por otra vía para conseguir jugadores de nivel medio. Y ya ven el camino que tomamos. Al final del día, vimos una oportunidad y la tomamos. Así de simple. Por eso lo firmamos"

Russell viene de la mejor temporada de su joven carrera y tiene todo lo necesario para convertirse en una súper estrella de la liga, si bien la forma como encajará en el equipo de Steve Kerr es una enorme incógnita.

Los Warriors, por su parte, tienen mucho trabajo por delante la próxima temporada, teniendo en cuenta que Klay Thompson se perderá mucho tiempo de juego y la Conferencia Oeste estará más complicada que nunca.