Remontando su nivel luego de un primer tiempo flojo ante Santos, Carlos Tevez terminó siendo una de las principales figuras de la victoria de Boca ante el Peixe por la Copa Libertadores. A sus 37 años, el Apache sigue demostrando que está vigente y tiene la calidad suficiente para ser el pilar del Xeneize.

Este miércoles, analizando lo que dejó el 2 a 0 del equipo de Miguel Ángel Russo ante su rival de turno, Sebastián Vignolo, ante la atenta mirada de sus compañeros, exteriorizó una historia más que especial. ¿El protagonista y el lugar? El Apache post victoria vs. Atlético Tucumán.

No es grave. No se va a enojar Tevez, porque es algo que pasó después de un partido. Terminó Boca contra Atlético Tucumán. Salgo con mi auto y agarro el Bajo. Adelante había otro coche. Ese coche frena en el semáforo. Me pareció que era él. Bajo el vidrio. Era él: Carlitos”, abrió.

Recordando que Tevez, en una pequeña conversación que cruzaron, exteriorizó su fastidio por no haberle podido marcar al decano, el Pollo también mencionó la simpleza con la que el futbolista iba vestido y continuó: “Era como un tipo que había alquilado la Bombonera para jugar con sus amigos”.

“Subí el vidrio y dije: ‘Este pibe todavía tiene el fuego sagrado encendido’. Estaba caliente porque erró dosgoles contra Atlético Tucumán en un partido que a Boca no le cambiaba la vida y ganó”, completó Vignolo, sacándose el sombrero por la sed de gloria intacta de Carlos.