Los Juegos Olímpicos, tanto los de verano como los de invierno, suelen ser eventos que dejan mucha tela para cortar. Sobre todo, en cuanto a las historias que dejan. Algunas hazañas deportivas, otras de superación y también existen algunas fraudulentas.
El 26 de febrero del 2002 pintaba como uno de los días más felices para el olimpismo español en los Juegos de Salt Lake. Ese mismo día, Johann Müehlegg ganó su tercera medalla de oro en los mismos Juegos Olímpicos, un hecho sin precedentes para los deportes invernales de España.
Pero no había ganado cualquier presea, sus proezas las hizo en esquí de fondo. Una de las disciplinas más importantes de las citas olímpicas de invierno.
Pero el apellido Müehllegg no es muy español que digamos, directamente no lo es. Nació en Alemania Democrática y llegó a competir en tres Juegos Olímpicos bajo bandera alemana (ya unificada): Albertville 1992, Lillehammer 1994 y Nagano 1998.
Muehlegg era un tipo algo excéntrixo. En 1995 fue apartado de la federación alemana de esquí por acusar a su entrenador de ocasionarle “daños espirituales”. En ese entonces, iba a todos lados con una santera portuguesa, Justina Agostino, y con una botella de agua bendita con la que bendecía vestuarios, ropajes, tablas y demás enseres, por lo que todos le veían como un tipo como mínimo raro. Había debutado en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 pero en 1998 la Federación Alemana acabó expulsándole definitivamente de sus filas.
Luego de 1998, se nacionalizó español y fue campeón del mundo en el Campeonato Mundial de 2001, disputado en Finlandia. Ese título del mundo encendió la ilusión de los españoles, quienes aspiraban a ganar su tercer oro olímpico de invierno.
Para sorpresa, o no, de ellos consiguieron tres doradas gracias a “Juanito”, así es como habían apodado a Müehlegg. Se había impuesto en las pruebas de 10km + 10km de persecución, 30km y 50 km.
Pero Müehlegg no era un esquiador de élite. Su coronación en Finlandia fue sorpresiva, pero lo hecho en Salt Lake fue apoteósico. Hacía no mucho tiempo, el español ni siquiera clasificaba a torneos importantes. De un año al otro, superó a esquiadores rusos, noruegos, suecos y alemanes.
Pero las mentiras tienen patas cortas. Durante la cena de festejos por la tercera medalla, los representantes del Comité Olímpico Español (COE) tuvieron que retirarse rápidamente de la velada. El problema era que el Comité Olímpico Internacional (COI) había encontrado Darbepoetin en una muestra de orina de Juanito, realizada el 21 de febrero.
Darbepoetin, sustancia prohibida:
El Darbepoetin es una sustancia prohibida en el deporte que ayuda a mejorar la resistencia, básicamente lo que más se necesita en el esquí de fondo. Se trataba de una especie de EPO que en su época se consideraba indetectable.
Muehlleg había dejado de ser Juanito y volvió a ser Johann. En un principio, solamente le habían sacado una medalla. Años más tarde, exactamente en 2003, el TAS decidió sacarle sus tres oros olímpicos, pero mantuvo el título mundial de Finlandia.
El español apeló y dijo que la situación era una injusticia, pero ya era inimputable. Además, decidió editar un libro autobiográfico con su versión: “Allein gegen Alle (Solo contra todos)”.
Para los Juegos de Turín 2006 solicitó la aceptación en el equipo de esquí, pero nadie quería saber nada con él. Por eso, decidió retirarse del deporte, se fue a vivir a Brasil y solo vuelve a España para dar clases y visitar a sus familiares.