La última jornada de Eliminatorias sudamericanas hace que por la ciudad de Barcelona se ponga el ojo en Carlo Ancelotti. El seleccionador de Brasil es fruto de diferentes críticas a lo largo de las últimas horas y en la previa de un encuentro frente a Bolivia donde por el conjunto culé cruzan los dedos en todos los sentidos. Preocupa en la capital de Cataluña el desgaste de futbolistas como Raphinha, e igualmente la posibilidad que han tenido diferentes activos de Real Madrid de no tener que acudir al final del proceso clasificatorio la siguiente edición de la Copa del Mundo.

Vinícius Jr., Rodrygo y Éder Militão descansan en Madrid…Ancelotti exprime a Raphinha, que entrenó entre los titulares que jugarán a 4.100 metros en El Alto”, dicta el Diario Sport ahora mismo. Recordemos que los tres futbolistas del conjunto blanco no fueron convocados por Ancelotti a pesar de que éste los conoce mejor que a cualquier otro miembro de la convocatoria. El delantero de Barcelona se ha convertido en la principal bandera de Carletto en un inicio de ciclo donde todavía se tienen más puntos que sensaciones y donde visitar a Bolivia en un partido absolutamente decisivo para la Eliminatoria no es visto ni mucho menos con buenos ojos por Cataluña.

Por la ciudad condal se muestran más que preocupados por el desgaste tanto físico como emocional que puede sufrir Raphinha. Si bien Brasil ya se encuentra absolutamente clasificada, tendrá una parada más que complicada desde el desgaste y la exposición mediática. La cinco veces campeona del mundo visitará una Bolivia que necesita ganar para soñar con el repechaje mientras las críticas hacia el combinado nacional ni mucho menos han disminuido pese al triunfo sobre Chile. Perder en la altura siempre es una posibilidad claro, pero en tiempos donde la fe en el combinado de Carlo Ancelotti se encuentra tan débil puede llegar a ser un arma de doble filo.

Recordemos que después del encuentro que se disputará en El Alto, Raphinha tendrá seguramente que tomar un vuelo chárter para llegar a la ciudad de Barcelona antes de una seguidilla de partidos que marcarán de buena forma el futuro de la plantilla de Hansi Flick. Desde este fin de semana y hasta la llegada del encuentro ante Real Madrid en octubre, los culés apenas contarán con 72 horas de descanso en cuanto a promedio se refiere entre cada compromiso. Es por eso que preocupa de manera enorme el desgaste que tendrá que realizar Raphinha tanto en Bolivia como por supuesto en las horas posteriores a un encuentro donde Brasil se juega más cuestiones de honor que de tabla general.

Preocupa en Barcelona el desgasta de Raphinha en Bolivia: GETTY

A todo esto se le suma repetimos el hecho de que los futbolistas de Real Madrid descansen en este momento por la capital española antes de la primera gran seguidilla de partidos de la temporada. Se cuenta prácticamente como un hecho que Ancelotti llamará a Vinicius, Rodrygo o Militao para el Mundial, pero en Barcelona preocupa que no hagan parte de la previa al certamen como sí lo podría hacer Raphinha. Los años de Copa del Mundo condicionan siempre y ante la deuda histórica que tiene en este momento Brasil con su afición y su camiseta, todo esfuerzo será poco para conseguir el objetivo en Norteamérica.

Horas claves por el Camp Nou

La gran noticia del día en Barcelona pasa por entender qué ocurre con el Camp Nou. En las horas de este lunes y las primeras del martes, la entidad debe definir dónde recibe al Valencia el siguiente fin de semana. Ir a Montjuic se encuentra absolutamente descartado agendas de conciertos y otros compromisos de la ciudad. Las obras del estadio ni mucho menos se encuentran en los tiempos que esperaba la junta directiva comandada por Joan Laporta. Se pueden llegar a realizar excepciones históricas.

Y es que si nada se tuerce todo apunta a que Barcelona recibirá a Valencia en el estadio de su ciudad deportiva. Hablamos de un feudo con apenas 6.000 butacas, 2.000 menos del mínimo que pone el máximo ente del fútbol español para cualquier partido de carácter profesional. Se pueden llegar a realizar excepciones históricas que incluso pueden culminar en demandas judiciales por parte del resto de participantes del torneo contra tanto la patronal como el equipo de Cataluña. La polémica está servida.