Desde su lanzamiento, los jugadores de Diablo 2: Resurrected han experimentado problemas al conectarse y jugar en servidores online. En estos últimos días la situación empeoró, y Blizzard apareció para explicar los errores.

Según un extenso comunicado, la mala conexión es causada por una serie de problemas pequeños, por lo que no hay una sola solución. El problema mayor tiene que ver con cómo desarrollaron el remake.

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Como Resurrected contiene gran parte del código original, esto afecta tanto al gameplay como al comportamiento de los servidores. Ahora son mucho más activos que a principios de los 2000, cuando el juego recién se lanzaba.

Una de las soluciones tiene que ver con limitar la cantidad de partidas que crea un solo jugador. Otra será establecer colas en ciertos servidores. Ninguna es una solución definitiva, pero sí ayudará a que no se sature el juego.

Mientras tanto, siguen trabajando en una manera para conseguir que todos puedan jugar cuando quieran, sin ningún problema. Al mismo tiempo, la compañía sigue trabajando en Diablo 4 y Diablo Immortal