El producto. Dos palabras que se transformaron en un sinónimo del campeonato argentino, aunque la mayoría de las veces para demostrar que ese producto no es lo que promete ser. A más de 10 mil kilómetros de distancia, en España, sí se toman en serio “el producto”. LaLiga comanda la organización de los torneos (tanto Primera como Segunda) y no deja detalle librado al azar. Y una de las decisiones más importantes en cuanto a la imagen está en las transmisiones de TV.

La producción de los partidos se rige bajo reglas que define LaLiga y que cada uno de los canales que transmite los partidos debe cumplirlas sin poder correrse un centímetro de lo pautado. Desde las ubicaciones de las cámaras hasta los tipos de imágenes que se eligen, todo depende de la decisión de los organizadores y no de los canales. Incluso, la señal que se emite es única para todo el mundo. Lo único que puede modificarse son las publicidades, pero el resto será igual en un televisor de España, de Argentina o de Japón.

Un cambio sustancial se dio desde el momento en que los clubes dejaron de comercializar los derechos de manera individuales para concentrarlos en el conjunto: los ingresos casi se triplicaron en los últimos 10 años, a partir de que se modificó el modo de negociar. Y esa notoria mejora en los montos que LaLiga recauda por la venta de la televisación de los partidos va acompañada de una estructura que se preocupa por lograr un producto diferente, de calidad. Único.

Bolavip fue invitado a conocer por dentro cómo se prepara una trasmisión y el partido elegido fue Atlético Madrid ante Cádiz, en el Estadio Metropolitano. Esa jornada la emisión era a través del canal DAZN, aunque la producción de todos lo partidos de LaLiga depende de la productora MediaPro. Es la encargada de generar las imágenes que no sólo se verán en España sino en el resto de los países adonde se comercializaron los derechos. Para dicho partido hubo un despliegue de 20 cámaras, contando una de calidad cinematográfica, una aérea que se mueve por encima de todo el campo de juego, dos que están en los arcos y un dron que sobrevuela los alrededores del estadio.

El camión de control desde donde se opera toda la transmisión de un encuentro (Foto: LaLiga).

Pero para el clásico entre Barcelona y Real Madrid que se jugará el sábado 28 de octubre en el Camp Nou habrá un total de 31 cámaras (se suma, por ejemplo, un helicóptero, otras súper lentas y de alta velocidad), lo que significa un despliegue que sólo se compara con la cobertura de la final de un Mundial o de la Champions League.

El ejemplo de la cámara aérea de los estadios resume el modo de trabajar de la organización con los clubes que la integran: la instalación en cada cancha corre por cuenta de la LaLiga y también la tarea de desmontarla y colocarla en un nuevo lugar según los descensos y ascensos de cada temporada. Una inversión muy importante que asume la entidad del fútbol español para potenciar la imagen y la calidad de su producto sin hacer diferencias entre los clubes. Sólo hay cuatro estadios que no la poseen ya que están en reformas o porque su estructura edilicia no permite colocarla.

La interacción del público durante los partidos

Más allá de las imágenes de los partidos, que es en definitiva lo que los hinchas quieren ver, LaLiga apostó a un plus de interacción con el público. Así, entonces, en medio de las transmisiones se puede votar para elegir al mejor jugador del partido a través de un código QR que aparece en la pantalla y hasta se puede chatear y dejar comentarios en un segundo canal donde se transmiten los partidos con una cámara fija y que posee una caja de chat para participar. “Es como si fuera una transmisión de Twitch, donde hemos logrado una gran participación del público en ese canal alternativo. Queremos que los hinchas puedan tener cada vez más acceso y se sientan más cerca de los protagonistas”, explicó Roger Brosel, el jefe de contenidos y programación de LaLiga.

En ese sentido, otra de las grandes innovaciones de esta temporada 23/24 son las cámaras que las transmisiones oficiales tienen dentro de los vestuarios de los equipos, el acceso a las charlas que dan los técnicos durante los parates de hidratación o las entrevistas con técnicos y jugadores minutos antes de los partidos o en el mismo entretiempo. “Los clubes estaban acostumbrados a otras normas, pero buscamos diferenciarnos y brindar algo distinto, acercándonos a la gente. Nosotros propusimos nuevas ideas, sumando tecnología e interactividad y todos están acompañando para lograr ese producto de calidad que queremos”, comentó Antonio del Castillo, jefe de Directores de Partidos de LaLiga.

Más de 30 kilos es la carga que implica para quien debe operar la cámara cinematrográfica (Foto: LaLiga).

Todo eso forma parte de un plan estratégico en el que LaLiga decidió destinar un presupuesto de alrededor de 130 millones de euros para repartir entre los clubes que más se brinden para esas acciones, generando una tabla de posiciones de acuerdo a su colaboración que será la que defina los porcentajes que se llevará cada equipo al final de la temporada.