Del arribo a Los Angeles Galaxy de la Major League Soccer de los Estados Unidos de David Beckham a mediados del 2007 a la llegada de Lionel Messi hace días al Club Internacional de Fútbol Miami pasaron 16 años. Por lo que es razonable que en la comparativa de lo que fue la presentación de uno y de otro se encuentren notables diferencias.
Como base, vale tener en cuenta que el crecimiento vertiginoso de la liga en los últimos años colaboró, en cierto modo, para que el actual Campeón del Mundo cuente con una plataforma mucho más desarrollada y cómoda para haberlo tomarlo realmente en cuenta como una opción para darle continuidad a su carrera en uno de sus mejores momentos.
Pero por ejemplo, cuando David Beckham se sumó a Los Angeles Galaxy (alcanzó a jugar 124 partidos repartidos en tres procesos), todo tendía a parecerse más a una apuesta que a un negocio sólido. La Major League Soccer percibía por los derechos de televisación ocho millones de dólares al año y ahora el contrato detalla más de 250.
Además, por aquel entonces el promedio de la asistencia del público al estadio por partido era de 15 mil espectadores y por estos días supera los 21 mil (de hecho, la presentación sola de Lionel Messi superó ese número). Por otro lado, el valor de las franquicias en 2007 era de 37 millones y en el presente es de 579 (casi 15 veces más).
Para cerrar, también es correcto tener en cuenta que en la década de los 2000 los jugadores llegaban a la MLS para retirarse. No es el caso de Leo que, si bien él mismo confesó que quería más tranquilidad, buscará en los Estados Unidos seguir con ritmo para presentarse de la mejor manera con la Selección Argentina a la Copa América del 2024 y a la Copa Mundial de la FIFA del 2026.