Borussia Dortmund debía dar una muestra de carácter y olvidar las duras caídas ante Bayern Múnich y Friburgo en los últimos días. Con sufrimiento, los de Marco Rose ganaron de local ante Hoffenheim por 3-2 con un gol de Erling Haaland sobre el minuto 90. El noruego rescató al equipo cuando parecía que se lleva un empate, con sabor a derrota.
El Dortmund no mostró una buena imagen ante Bayern Múnich en la Supercopa de Alemania (1-3) y mucho menos ante Friburgo (1-2) en el segundo partido de la Bundesliga. Por eso, la victoria era una necesidad imperiosa y mucho más ante uno de los equipos que venía invicto en este torneo como era Hoffenheim (un empate y una victoria).
En la primera parte, se vieron cosas buenas y también malas del equipo de Rose. Está claro que el técnico todavía no le encuentra la vuelta a las transiciones y que sufre cada vez que queda mal compensado en defensa, luego de un ataque. Así, Hoffenheim le generó peligro cada vez que lo atacó y tuvo que intervenir en un par de ocasiones Kobel. Pese a ello, el Dortmund tuvo sus chances y llegó a complicar a Baumann, pero no logró romper el cero.
Sin embargo, lo mejor llegó en el segundo tiempo. Primero, apareció Giovanni Reyna al minuto 49 para el 1-0. Pero, la alegría le duró poco cuando Christoph Baumgartner lo empató al 61. Aún así, ocho minutos después, la perseverancia del Dortmund pudo más y también la de Jude Bellingham, quien convirtió el 2-1.
Parecía que Borussia Dortmund se quedaba con la victoria, pero sobre el minuto 88, llegó un gol de pelota parada, convertido por Moanes Dabour para el 2-2. La desazón de todo el Signal Iduna Park daba cuenta de una derrota más que de un empate y no era para menos. Pero, el equipo de Rose cuenta con un arma que siempre está para salvar al equipo: Erling Haaland, quien venía de ser elegido el mejor delantero en los Premios UEFA, convirtió el 3-2 para delirio de todos y para darle los tres puntos sobre el final.