Dueños del mercado de fichajes, potencia del viejo continente y con más dinero que nadie, pero hay que seguir mejorando el modelo. El fútbol inglés atraviesa horas claves a días de que una serie de reformas modifiquen la Premier League tal y como la entendemos. La revolución ya se encuentra aquí. Atentos.
The Sun es quien desvela como después de varios intentos por llevar a cabo su cometido, el Gobierno Británico publicará la próxima semana el plan de reforma del fútbol inglés que tantos debates venía dando en Londres. Clubes estado, aficionados, entes reguladores y la Superliga, temas que se encuentran sobre la mesa.
Cuatro apartados componen un informe donde el fútbol ingles busca dar un paso al frente para blindar su torneo no solo de la competencia en el viejo continente, sino igualmente de quienes sin dar garantías, invierten su dinero en una liga que domina a diestra y siniestra el deporte rey en Europa.
Ataque a los ‘jeques’
“Necesitamos más transparencia; y esta vendrá con la nueva regulación….Es importante saber de dónde viene el dinero. Por eso siempre hubo dudas en torno a Roman Abramovic, por ejemplo”, palabras de Tracey Crouch que como ex Ministra de Cultura y Deporte, supone la principal cara visible de un informe donde los Manchester City, Newcastle y Chelsea de turno tendrán que ser más claros que nunca ante los entes reguladores.
El primero de los puntos pasa por la aparición de un organismo independiente donde los dueños de los clubes tendrán que probar la procedencia de sus ingresos. Evitar polémicas por cuestiones de derechos humanos (Newcastle) y la llegada de nombres que generen ruido, malestar y choques en la FA (Abramovic), el inicio de la Premier League 2.0 que se anunciará en unos días. Poder sancionar a los equipos que incumplan con el control económico, también sobre la mesa. En segundo lugar aparece el deseo por instaurar un mayor filtro a las fortunas que lleguen al certamen.
Anti Superliga
Se buscará igualmente que los fans, pese a tratarse de empresas privadas, tengan más voz en la toma de decisiones que componen el cambio de estadio, de escudo o de política social en sus clubes. Evitar cambios de logo sin la aprobación de la grada como se ha visto en el último tiempo por Aston Villa o Manchester City, dentro de las medidas que vienen por delante.
Por último pero no menos importante, aparecen las reformas para proteger la pirámide del fútbol inglés de otras competencias que no se encuentren anexadas a la UEFA. Se pretenden instalar sanciones tanto económicas como deportivas para los clubes que participen o disputen competencias que como la Superliga, suponen una amenaza directa para los intereses del torneo nacional más poderoso del planeta. La Premier League 2.0 empieza en unos días.