En la jornada 37 de LaLiga, Espanyol de Barcelona ya supo que su destino sería el del descenso. El combinado catalán empató por 2-2 ante Valencia en un partido con una clara polémica arbitral que lo hubiese dejado con vida para la última fecha de la competencia.
Es que César Montes había anotado lo que era el 3-1 parcial ante los Chés, pero el árbitro Jesús Gil Manzano interpretó una falta del mexicano. A partir de esa acción, Espanyol se derrumbaría y quedaría condenado a perder la categoría de cara a la próxima temporada.
Este domingo, cerrando su participación en LaLiga, el club salió al duelo ante Almería en modo de protesta. “De luto por la justicia deportiva” y “Si no hay justicia para el Espanyol, que no haya paz para los corruptos“, fueron algunas de las banderas que se desplegaron a lo largo de estadio.
Además, las redes sociales del club se tiñeron de blanco y negro, acompañando la consigna del ‘luto’. Pero la acción que más sobresalió fue la que ejecutaron los futbolistas sobre el campo al inicio del juego.
Tras el pitazo inicial, los jugadores de Espanyol decidieron no disputar la pelota, quedándose quietos durante el primer minuto. Solidarizándose con la causa, sus pares de Almería los acompañaros en la protesta, evitando tomar la ventaja, a pesar de que peleaban esta noche por evitar el descenso.