El 9 de noviembre de 2003, River recibió a Boca en un Monumental repleto que contó ambas parcialidades. El Millonario había sido campeón del Clausura del mismo año y días más tarde jugaría la final de la Copa Sudamericana. El Xeneize había ganado la Copa Libertadores y coronaría el año conquistando el Apertura y la Copa Intercontinental ante el Milan.
En ambos planteles había nombres de peso. Por el lado de River estaban Fernando Cavenaghi, Maxi López, Javier Mascherano y Lucho González. Por el de Boca, Abbondanzieri, Schiavi, Burdisso, Clemente, Battaglia y Pedro Iarley, el brasileño que había llegado hacía poco al club de la Ribera y que tuvo un Superclásico consagratorio en Núñez.
Battaglia rompió el cero
Boca era ampliamente superior a River y a los 37 minutos pudo abrir el marcador. Tras una falta sobre Luis Amaranto Perea sobre el costado derecho, Matías Donnet ejecutó un tiro libre certero al corazón del área, Sebastián Battaglia apareció solo -tras un descuido de Horacio Ameli- y de cabeza marcó el 1 a 0 ante un Franco Costanzo que nada pudo hacer.
Iarley y un gol consagratorio
A los siete minutos del complemento, Pedro Iarley sacó a relucir sus genes brasileños y literalmente bailó a la defensa de River. Ricardo Rojas jugó improvisadamente de lateral por derecho y al querer proteger una pelota sobre ese costado, Pedro Iarley le ganó bien con el cuerpo y encaró para el área.
Horacio Ameli -de pésimo Superclásico- fue a cerrar liviano, Rojas llegó a ayudar, pero terminó chocando a su compañero tras un enganche de Iarley, que los hizo pasar de largo a ambos y quedó mano a mano con Franco Costanzo. El arquero cubrió mal el arco, le regaló el primer palo y el brasileño definió de gran manera en ese hueco.
¿Cómo formaron los equipos?
River: Costanzo; R. Rojas, Ameli, Tuzzio, Ferreyra; Coudet, G. Pereyra, Mascherano, Ludueña; D. Husaín y Cavenaghi. DT: Manuel Pellegrini.
Boca: Abbondanzieri; Perea, Schiavi, Burdisso, C. Rodríguez; Battaglia, Cascini, Cagna, Donnet; Iarley y Barijho. DT: Carlos Bianchi.