A lo largo de su historia, Paraguay sacó muchos delanteros guapos y goleadores. Uno de ellos fue Salvador Cabañas, un atacante letal que vistió varias camisetas, pero quedó en el recuerdo por su paso por el América de México y también por la selección de su país. Un intento de asesinato a manos de un narcotraficante truncó su trayectoria deportiva y marcó su presente, de la misma manera que lo hizo una estafa millonaria, en la que estarían involucrados su ex esposa, su ex representante y también un abogado.
Si bien no quedó en la ruina, el intento de asesinato cortó una carrera más que prometedora que parecía tener destino europeo -el propio futbolista afirmó que tenía un preacuerdo con Manchester United- pero que terminó en la nada. Años más tarde, ya instalado en Paraguay, el ex atacante volvió a trabajar en la panadería familiar.
Los inicios de Cabañas y la llegada a México
Salvador Cabañas nació en 1980 y siempre tuvo claro que quería ser futbolista. Para eso se formó y en 1998 -a sus 18 años- hizo su estreno en la Primera de 12 de Octubre. Un año más tarde pasó a Guaraní, pero luego volver a 12 de Octubre. En 2002 pasó al fútbol chileno para vestir la camiseta de Audax Italiano. Tras promediar más de un gol cada dos partidos, apareció en el radar de Jaguares de Chiapas.
Allí permaneció por tres temporadas -con un corto receso para representar a Tigres por la Libertadores- y luego regresó al conjunto de Chiapas, en el cual se ganó al público a base de goles: fueron 61 gritos en 106 partidos. Ese paso por Jaguares hizo que América ponga los ojos en él y se lo lleve de cara a la temporada 2006/07, tras lo que fue su participación en el Mundial de Alemania 2006 con la camiseta de la Selección de Paraguay. Cabe destacar que también representaría a su selección en la Copa América 2007.
América y los dos goles a River
Cabañas comenzó de gran manera en las Águilas: en su primera temporada hizo 29 goles en 53 partidos y los grandes registros a nivel estadística continuaron durante todo su paso por el gigante mexicano. Inclusive, Cabañas fue goleador del equipo en las Libertadores de 2007 y 2008, justamente en esta última se enfrentó a River. En el partido en el Monumental marcó en el 2 a 1 en contra, mientras que en el Azteca se despachó con otro tanto en la victoria del conjunto mexicano por 4 a 3.
El intento de asesinato
El 25 de enero de 2010, la vida de Salvador Cabañas cambió para siempre. Aquella noche, el atacante se encontraba en el Bar Bar, un recinto que supo ser bastante popular en la Ciudad de México. Cabañas se dirigió al baño y detrás de él lo hizo Juan José Balders Garza, alías JJ, un conocido narcotraficante de la capital mexicana. Lo hizo acompañado de un ladero -apodado El Contador- que lo esperó afuera.
JJ era hincha de América y, según informó hace años el periodista mexicano Carlos Jiménez, el narco le habría cuestionado al atacante paraguayo la falta de gol, a lo que Cabañas le habría respondido: “¿Cuáles goles?”, eso desató una discusión entre ambos que derivó en que JJ saque un arma de bajo calibre y la apoye en la cabeza de Cabañas.
En la misma investigación que realizó Jiménez, afirmó que el delantero -sin creer que sería capaz- le dijo que apriete el gatillo, algo que JJ terminó haciendo y ejecutando un disparo en la cabeza de Cabañas, quien quedó tendido en el piso para luego ser trasladado a una clínica, en la cual peleó por su vida y logró ganar la batalla, aunque la bala nunca la sacaron porque es algo sumamente peligroso. Lógicamente el narcotraficante fue detenido y el Bar Bar estuvo clausurado.
Estafado por su entorno íntimo
El intento de asesinato a Salvador Cabañas fue algo sumamente duro para él, pero también la estafa que sufrió, la cual fue millonaria. El propio ex futbolista denunció que su ex esposa -María Lorgia-, su ex representante -José González- y el abogado Oscar Latorre se aprovecharon de su condición tras el intento de asesinato y lo estafaron por más de 17 millones de dólares, entre los que se destacan una casa valuada en cinco millones de la divisa norteamericana.
Cabe destacar que una vez que se recuperó tras el intento de asesinato, en 2012, Cabañas intentó regresar al fútbol y apenas pudo jugar 14 partidos para 12 de Octubre, antes de retirarse de manera definitiva ese mismo año. Al tiempo, estuvo trabajando en la panadería familiar.