Carlos Bianchi se tomó casi ocho años de siesta desde que dejó de ser entrenador hasta que decidió volver a Boca en 2013 para su tercer ciclo. Marcelo Gallardo nunca se la tomó, porque después de River estuvo unos meses y se fue a Arabia, después volvió y agarró el Millo una vez más.

A muchos, este Napoleón les hace acordar al tercer ciclo de Bianchi en Boca, después de la siesta. Ese paso fue muy pero muy malo y terminó siendo despedido. Gallardo, en Asunción tras perder con Talleres, hizo una del Virrey: no subió a recibir la medalla de segundo puesto.

Él dijo que estaba desenfocado, que nadie de la organización le avisó… ¿Fue eso, o fue que no se quiso cruzar con su enemigo número 1 en el fútbol argentino, el Chiqui Tapia? Sea como sea, lo cierto es que cualquier otro DT de River, con estas inversiones, estos resultados y el paupérrimo rendimiento, estaría afuera del equipo. O lo echaban o renunciaba. Solo sigue porque es Napoleón.

Pero atención, porque la gente está impaciente. Gallardo está incómodo porque las cosas no salen, porque el equipo no lo representa. Yo noto que hay muchos hinchas que le están perdiendo la paciencia a Napoleón, y ya le ponen plazos: la Libertadores y el Mundial de Clubes. Y aseguran que algo tienen que cambiar.

Gallardo como médico tiene el diagnóstico, y sabe que tiene que cambiar… ¿Pero con qué lo cambia? Si ya probó a todos los jugadores, todos los sistemas. Salvo a Subiabre y darle más tiempo en cancha, esperar a Ruberto aunque le falte un montón, o pedirle a Brito que siga poniendo plata y comprando jugadores.

Gallardo atraviesa su crisis más seria como entrenador. ¿Podrá darla vuelta? ¿O le pasará como Bianchi después de la siesta? Que sucumbió y se retiró de la vida de entrenador.

¿Por qué Marcelo Gallardo no buscó la medalla de subcampeón de River en la Supercopa Internacional?

En una conferencia de prensa con mucha autocrítica, Gallardo explicó qué pasó y por qué no subió a recibir la medalla de subcampeón ante la pregunta del periodista Nadir Ghazal para La Página Millonaria.

Fue un desenfoque mío, estaba en otra cosa. Cuando ya habían pasado los jugadores, ninguno de la organización me dijo… Fue un desenfoque mío, nada en particular“, admitió.

Entre las declaraciones más contundentes, explicó el motivo de la derrota. “No hay ningún tipo de excusa, primero. Creo que en el partido de esta noche hubo tres obstáculos muy claros. El adversario, el clima, pero sobre todas las cosas, nosotros mismosNo pudimos encontrar en ningún momento la energía que debemos tener para enfrentar este tipo de partidos, de finales“, sintetizó.