Incluso cuando no desarrolló un perfil comercial como el que sí tuvieron Carlos Monzón, Ringo Bonavena o Sergio “Maravilla” Martínez para seducir a la industria, Omar Narváez bien puede considerarse como uno de los mejores boxeadores argentinos de la historia.

Permaneció invicto durante 37 peleas y fue campeón mundial tanto en la división de peso mosca como supermosca entre 2002 y 2014, haciendo 28 defensas exitosas a sus cinturones para superar los récords de otras grandes glorias como Pacual Pérez, primer campeón olímpico y mundial argentino, Santos Laciar y el propio Monzón.

Las únicas dos derrotas que sufrió en su carrera fueron ante peleadores que en su momento estuvieron considerados entre los mejores libra por libra del mundo. El primer traspié fue subiendo al peso gallo para enfrentar a Nonito Donaire, por lo que no puso en juego sus títulos, por decisión unánime de los jueces. El único que lo noqueó fue Naoya Inoue, el hoy campeón mundial indiscutible de peso super gallo y considerado por algunos de los rankings más prestigiosos como el mejor boxeador del planeta, sin distinción de categorías.

Narváez ha sabido rendir honores al boxeo como deporte, como el arte de golpear y no ser golpeado, pero más de una vez se ha mostrado crítico de muchos de los negocios que se cierran tras bambalinas. Nunca cobró una bolsa millonaria por subirse al ring, pero sí le ofrecieron una suma muy generosa para dejarse perder en el exterior, algo que ya retirado desde hace años no tuvo reparos a la hora de exponer.

En 2014, ya veterano, Narváez sufrió el único nocaut de su carrera ante Naoya Inoue, considerado hoy como el mejor boxeador del mundo libra por libra.

Cuando llegué a Francia, faltando una semana para la pelea, tuve una reunión con gente de Brahim Asloum, que era campeón olímpico y estaba como retador número uno de la OMB (a su título mundial de peso mosca). Venía de perder su invicto (con Lorenzo Parra). Me acuerdo que en la reunión había unos patovicas que el más chiquito medía dos metros. Yo ya pensaba ‘por qué estoy acá, en este hotel lujoso”. Y pensé ‘tengo que ser inteligente, los guapos mueren rápido'”, relató hace un par de meses ante la consulta de Silvana Carsetti en BDP Stream.

Y continuó: “Ya había un contrato sobre la mesa en el que me ofrecían perder, con una bolsa muy tentadora. Y perdiendo me aseguraban que iban a pasar dos o tres peleas y me volvían a dar la posibilidad de pelear contra el campeón. Me decían que Asloum estaba muy preparado, pero que no podía ganarme de ninguna manera. Cuando me hablaron así dije ‘ahora menos me va a ganar”. Ahí me prendieron el fuego”.

Omar Narváez rechazó la oferta para hacer una nueva defensa exitosa a su cinturón en Le Cannet, el 10 de marzo de 2007, y terminó imponiéndose con autoridad por decisión unánime de los jueces y tarjetas que probaron su contundencia en aquel combate: 118-109, 117-110 y 116-111.

“Si yo me hubiera guiado por la plata hubiese aceptado y seguramente hubiese ganado mucho más que en cualquier defensa. Pero me dije ‘yo no nací para esto’. Lo primero que se me cruzó por la cabeza fueron mis hijos. Cómo iba a pararme el día de mañana frente a ellos para decirles lo que está bien y lo que está mal. Él (Asloum) no sabía lo que estaba pasando y no se tenía que entrenar. Estaba muy preparado, pero no me iba a ganar”, recordó.

El récord profesional con el que Omar Narváez cerro su carrera

El retiro profesional de Omar Narváez tuvo lugar el 3 de febrero de 2018, imponiéndose en decisión unánime al venezolano Jesús Vargas en Puerto Madryn. En todo el recorrido, hizo un total de 52 peleas oficiales, saliendo victorioso en 48 de ellas, con dos empates y concediendo solo dos derrotas, ante los legendarios y ya mencionados Nonito Donaire y Naoya Inoue.