Después de lo que fue el final deHugo Ibarracomo entrenador deBoca, lo cierto es que en su lugar asumióJorge Almirónpara afrontar una de las experiencias más importantes de su trayectoria. Si bien ya conoce lo que es dirigir un cuadro grande comoIndependienteoSan Lorenzo, la exigencia será aún mayor al liderar las filas del “Xeneize”.
Con un currículum en donde se destaca la obtención del Torneo 2016, la Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa Argentina 2016 con Lanús, además de guiar al “Granate” a la final de la Copa Libertadores 2017, lo cierto es que el hombre de San Miguel busca enderezar su mal pasaje en el último tiempo al igual que el rendimiento del cuadro “Azul y Oro”.
Para aquellos creyentes o quienes se aferran a algunas coincidencias para darse el lujo de soñar con la obtención de trofeos, Almirónreúne dos aspectos curiosos a tener en cuenta y que casualmente se trasladan al primer ciclo que afrontaron tantoCarlos BianchicomoMiguel Ángel Russo.
El “Elijo creer” de Boca con Jorge Almirón
Jorge Almirón asumió como entrenador de Boca con 51 años de edad,la misma cantidad que tenían Carlos Bianchi en el 2000 y Miguel Ángel Russo en 2007, casualmente los años donde el “Xeneize” se consagró campeón de laCopa Libertadores. Todos ellos casualmente en el primer ciclo de parte de dos entrenadores históricos que tuvieron al hoy vicepresidente Juan Román Riquelme como jugador.
La diferencia es queBianchiya afrontaba dos años al mando del equipo de la Ribera, aunque era su debut en el certamen internacional más grande de Sudamérica con los mismos. Allí la coincidencia se asemeja más conRusso, que al igual que Almirón hoy en día,había llegado a Boca con tres títulos obtenidos en su carrera de director técnico (B Nacional 1991-92 con Lanús y 1994-95 con Estudiantes) y en el primer año de Libertadores fue campeón.
