CONTENTOS Y PREOCUPADOS

Por Darío Sanhueza

Al fin volvió nuestro querido campeonato. El Mundial es hermoso, la gran fiesta del mundo, pero nada es comparable con las alegrías, tristezas, ilusiones y decepciones que te brinda el equipo de tu corazón semana a semana.

Y Colo Colo proyectaba varias incógnitas –alerta de spoiler: pese al triunfo, varias persisten–, fundamentalmente considerando el masivo éxodo de varios jugadores importantes en el plantel campeón, que encontró en la sorpresiva e imperdonable salida de Lucero uno de los momentos más mala clase de la historia de nuestra institución. La llegada de varios jugadores nuevos y el necesario fiato que lógicamente aún no alcanza estándares de suficiencia, unido a la decepcionante actuación en la Supercopa contra Magallanes, y la ausencia de Gil y sobre todo de Pavez, conducían a pensar que el debut ante un equipo ultra motivado como Deportes Copiapó sería una parada complicada, más considerando la cancha sintética.

Pero de inmediato –literalmente– el Cacique puso su peso específico arriba de la mesa, y ya antes del minuto encontró la ventaja con una gran jugada de un endemoniado Jordhy Thompson, que con mucha personalidad y talento encontró el espacio justo para escabullirse y definir con su pierna hábil. Imposible un mejor inicio, más aun considerando que es el primer gol en el profesionalismo del Niño Joya. Y por el mismo sector del campo llegó luego el segundo, con una gran recuperación y arrastre de marcas de César Fuentes que aprovechó un Marcos Bolados en modo estrellita del Mario Kart durante los 86 minutos que honró a la cancha del Luis Valenzuela Hermosilla con su presencia.

Jordhy Thompson brilló con luces propias en el debut albo. | Foto: Agencia UNO

Pero hay incógnitas que persisten e, incluso, se profundizan. En el descuento de un Copiapó que hasta ese momento se veía voluntarioso, pero inofensivo, hubo demasiadas fallas. Un gol que nace de un lateral, que encontró un gran error de Falcón en el despeje y otro gran error de Ramiro González, a quien Maximiliano Quinteros le comió el postre con demasiada facilidad. Y cuando no se veía por dónde, con este envión anímico los nortinos no estuvieron lejos de empatar el marcador. Por suerte ello no ocurrió, y mientras el León de Atacama mantenía en el inicio del segundo lapso el nivel de los últimos minutos del primero, CC les pegó un mazazo fuerte y definitivo con el 3-1, nuevamente obra de Bolados tras gran recuperación de Jordhy y excelsa habilitación de Benegas.

Se dio el contexto para que pudiesen ver minutos los debutantes Castillo y Palacios, y se vieron bastante bien considerando su poca actividad reciente. Incluso el colombiano llegó al gol, que ojalá sirva para su confianza, tras otra espectacular jugada de Bolados, que literalmente desgarró al central que lo perseguía y habilitó de excelente forma al caleño. Y casi de inmediato llegaría el quinto ante un rival desconcertado, gran pase de Castillo a Wiemberg, que coronó su tranquilizador buen partido con un excelente centro para que Marquitos marcara su tercero personal y se llevase la pelota.

Bolados ilusiona a los hinchas albos. | Foto: Agencia UNO

Nos gustaría que el 2-5 final fuese más anecdótico –en las cifras lo es–, pero el error defensivo fue tan evidente que es imposible no quedar preocupados. En estos momentos Ramiro González no es más que Dani Gutiérrez, y si no se pone pronto a tono físico y futbolístico –y de fiato con Falcón–, su presencia en la titularidad puede ser insostenible, igualmente que la de Bouzat, respecto del cual Quinteros observa virtudes que al resto nos cuesta ver, incluso poniéndole toda la voluntad del mundo.

Pese a la elocuencia del marcador final, hay que mantener el equilibrio. El rival debutaba en Primera, tenía algunas bajas importantes –sobre todo la de Luna–, e igualmente nos hizo dos goles; pero por contrapartida, el equipo se vio ofensivamente contundente y voraz, y en la medida que pueda llegar otro 9, y Castillo y Palacios vayan tomando ritmo, esa faceta debería ir en ascenso. Por ahora, tranquilizador debut, hay motivos para estar contentos, pero sin dejar de estar preocupados.