La organización de la Copa Mundial Sub 20 de la FIFA 2025 representa el proyecto más ambicioso y de mayor visibilidad para el fútbol chileno en la última década.
Para la ANFP, liderada por Pablo Milad, este evento no es solo un torneo, sino una oportunidad crucial para reposicionar la imagen del país a nivel internacional, demostrar capacidad organizativa y dejar un legado.
El ex Intendente de la Región del Maule entre 2018 y 2020 es la cara visible del torneo ante la FIFA y el mundo. Esta posición lo somete a una presión y un escrutinio enorme, donde cada detalle logístico, operativo y de seguridad es evaluado bajo los estrictos estándares del máximo organismo del fútbol.
Acusan a Pablo Milad de provocar el llanto de una guardia
Sin embargo, según reportó ADN Deportes, un supuesto grave incidente protagonizado por el propio Milad en la previa de los duelos Estados Unidos vs. Francia y Sudáfrica vs. Nueva Caledonia en Rancagua habría puesto en tela de juicio la conducta de la máxima autoridad del fútbol chileno.
El ya citado medio informó que el hecho ocurrió cuando el presidente de la ANFP intentó ingresar con su vehículo a la zona de estacionamientos del recinto deportivo en el Estadio El Teniente, un área con capacidad limitada y acceso restringido exclusivamente a personal con el disco oficial de la FIFA. Al llegar al puesto de control, la guardia de seguridad a cargo, cumpliendo estrictamente con el protocolo del evento, le impidió el paso por carecer de dicho dispositivo obligatorio.
Lejos de acatar la norma, el timonel del balompié nacional habría reaccionado de manera ofuscada, pretendiendo ingresar de todas maneras y alegando su alto cargo para invalidar la regla. Testigos del hecho relataron que la funcionaria, quien no reconoció a Milad, se habría mantenido firme en su decisión de no permitirle la entrada, apegada a sus instrucciones laborales.
La negativa desató la ira del presidente de la ANFP. El dirigente habría ido escalando el tono de la discusión hasta terminar gritándole a la trabajadora, quien, sobrepasada por la violenta e intimidante reacción de Milad, habría roto en llanto en su puesto de trabajo.
Hasta el cierre de esta nota, la ANFP no ha emitido una declaración oficial respecto al comportamiento de Pablo Milad y la trabajadora no ha salido a hablar con los medios por temor a perder su trabajo.
