El nombre de Eduardo Vargas es una herida abierta y una utopía recurrente en el sentir del hincha de Universidad de Chile. Cada mercado de fichajes, su eventual regreso al club que lo vio brillar y conquistar la Copa Sudamericana en 2011 se transforma en la principal “teleserie” azul, cargada de ilusión y, finalmente, de una frustración agridulce.
Tras desvincularse de Nacional de Uruguay, la esperanza se reavivó a mediados de 2025, pero su sorpresiva llegada a Audax Italiano selló un nuevo y doloroso portazo, manteniendo viva la incógnita sobre si alguna vez volverá a vestir la camiseta del Romántico Viajero.
Ahora, con el cierre de la Liga de Primera a la vista y la necesidad inminente de un centrodelantero de jerarquía tras el fin de los préstamos de sus actuales atacantes, se reabre la eterna pregunta: ¿Es el momento deportivo de Vargas o ya es demasiado tarde para reavivar un amor?
Universidad de Chile y el eterno debate: el regreso de Eduardo Vargas
El pulso del hincha azul está tomado. En las afueras del estadio, la comunidad consultada por Bolavip Chile se dividió en dos bandos claramente marcados frente a la posible vuelta del bicampeón de América: los “románticos” y los “realistas”.
El primer grupo defiende fervorosamente su regreso, apelando tanto a la necesidad futbolística como al peso emocional de ver otra vez a Vargas en casa.
En la otra vereda, los realistas aseguran que el ciclo ya está cerrado. Ven en los intentos fallidos de los últimos años una prueba de que el jugador ha priorizado las ofertas económicas del extranjero y, más recientemente, la estabilidad contractual en Chile, por encima del club de sus amores.
