Corría 2012. Jorge Sampaoli miraba de reojo a la selección chilena que en esa época era dirigida por Claudio Borghi y que estaba quedando afuera del Mundial 2014 que se realizaría en Brasil. La historia es sabida, el entrenador de la U saltó a La Roja dejando a los azules luego de ganar un partido de Copa Chile.

No obstante la partida del casildense, el DT dejó una lista de refuerzos para el 2013, uno de ellos, era un volante mixto, al que consideraba parecido en sus movimientos en la cancha a Charles Aránguiz, y como el el Príncipe jugaba sus últimos cartuchos en el cuadro azul, fue apuntado como refuerzo clave, ¿su nombre? Bryan Cortés.

Nacido y criado en Calama, el mediocampista debutó muy joven en el profesionalismo donde pudo compartir camarín con Eduardo Vargas. Luego de cuatro temporadas, recibió el llamado de la U, donde pudo llegar como refuerzo el 2013, donde ya estaba en el banco Darío Franco, un entrenador que no dejó gratos recuerdos en ese plantel.

¿Usted tenía la información que Jorge Sampaoli lo pidió especialmente para la U?

Sí lo sabía, de hecho cuando le hice un gol a La Calera en el 2011, mi técnico que era Nelson Acosta me gritaba desde la banca ‘ese es el jugador que quiere Jorge Sampaoli’, en tono de broma, pero fue un golazo.

Justamente el casildense se fue a la Selección justo cuando llega usted…

Yo tenía presente que Sampaoli me tenía en su mira, y pese a que terminé llegando a la U, nunca pude ser dirigido por él, pero queda ese grato recuerdo de haber sido elegido por un técnico que le dio muchas cosas importantes al fútbol chileno.

¿Por qué no triunfó en Universidad de Chile?

Hasta el día de hoy me cuestiono eso, de no haber sido más maduro, de no haber tenido más hambre, el conformismo me pasó la cuenta, me conformé con llegar no más, no fui ambicioso. Hoy me doy cuenta que me faltaron esas cosas, sobre todo madurez emocional, la cabeza.

Bryan Cortés utilizó la camiseta 21 que había dejado Marcelo Díaz

¿De qué cosas se arrepiente en ese sentido?

Me preocupé de otras cosas banales, que no sirven para nada.

¿Al menos pudo ahorrar algo de lo ganado en ese momento?

Mi contrato no era tan alto como ganan hoy en día los jugadores de Universidad de Chile, sí era bueno para mi edad, pero no era tanto para ahorrar, sí me alcanzó para comprar mi departamento, pero ahorros no.

¿Los jugadores de más experiencia no intentaron darle algún consejo?

Uno es pendejo, y casi que uno piensa ‘estos viejos están locos’, pero esa gente te quiere aconsejar para bien, hoy los jóvenes no le toman el peso a que la carrera es corta.

Estando Jorge Sampaoli en la selección chilena, ¿se ilusionó alguna vez de vestir la camiseta del equipo de todos?

Hubo una opción de ir a la selección chilena, cuando se jugó un amistoso con Brasil antes del Mundial, se decía que yo también podía ir, llamaron a Cristián Suárez y me quedé abajo, me quedó esa espinita clavada, de haber participado en una selección adulta.

Ya mirando hacia atrás, ¿Cómo evalúa su carrera?

Debuté a los 17 años el 2009, jugué 13 años, cumplí mi sueño de ser futbolista, de jugar en un equipo grande, de jugar en el club del cual soy hincha, Cobreloa, pero después todo pasa a segundo plano, la familia es lo más importante.

Bryan Cortés cambió la cancha por la mina

La nueva vida de Bryan Cortés

El ex Cobreloa y Universidad de Chile aclara que dejó el fútbol a los 31 años y no por lesiones “Yo me retiré, estoy estudiando, trabajo en la mina, enfocado en otro ámbito diferente al fútbol. Yo ya tengo un título, soy técnico automotriz en vehículos pesados y curso mi tercer año de ingenieria industrial”, aclara.

Dejando en claro otra vez que “no me retiré por lesiones, fue por oportunidades, el tema económico, y cosas familiares, para mí el tema del fútbol venía ya con una merma anímica, también futbolística, siendo autocrítico, había bajado mi rendimiento y conversando con mi familia, decidí tomar otro rumbo”.