El próximo domingo se parará el mundo por algunas horas, cuando Bayern Munich y Paris Saint-Germain se enfrenten en la final de la UEFA Champions League. Si bien la sede será el Estadio da Luz, que habitualmente es la casa del Benfica, la misma estará en las miles de pantallas en hogares de todo el mundo. Allí, también estarán dos representantes de Concacaf, que intentarán dejar la vara bien alta. 

Keylor Navas, quien todavía se mantiene en duda por la lesión que arrastra, se podría poner en bajo los palos defendiendo al PSG, pero también representando a Costa Rica. El portero tico podría conseguir su cuarta Orejona, igualando la marca de Lionel Messi y convirtiéndose en el jugador en su posición con más Champions en la historia. Cabe destacar que ya la levantó en otras tres oportunidades con el Real Madrid. 

Por otro lado, Alphonso Davies disputará su primera final europea. A sus solamente 19 años, el nacido en Ghana, criado en Canadá y habiendo debutado en la MLS, será el primer jugador del país norteamericano en disputar esa instancia de Champions, convirtiéndose en el quinto futbolista de Concacaf en lograrlo. 

Navas y Davies no son los únicos en enfilarse alrededor de la Orejona. Anteriormente, ha habido otros tres jugadores de Concacaf en hacerlo. El primero de ellos fue Dwight York, quien además fue el primero de este lado del continente en proclamarse campeón. El nacido en Trinidad y Tobago hizo historia cuando se coronó con el Manchester United en 1999.

 

Los otros dos son mexicanos: Rafa Márquez y Javier Hernández. El Káiser tiene dos medallas provenientes de Barcelona, club donde ganó el certamen en el 2006 y 2011. Allí mismo, Jonathan dos Santos recibió su premio por haber disputado la fase de grupos. En cambio, Chicharito no corrió con la misma suerte: fue titular ante el Barça en el 2011, pero no pudo coronarse. 

Este será el primer enfrentamiento entre jugadores de Concacaf en la historia de la Champions League. Sin dudas, será complicado elegir de qué lado ponerse, aunque lo que está claro es que el trabajo de tantos años siguen dando frutos dignos de sentirse orgulloso.