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Se viene la histórica Final Regiomontana de la Concachampions y, entonces, cada lesionado que haya encenderá las alarmas para cualquiera de los dos equipos.
En este caso le ocurrió a Julián Quiñones, el delantero colombiano de Tigres que debió dejar la cancha durante el primer tiempo en la visita a Lobos BUAP en Puebla por la jornada 14 del Clausura 2019.
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Encima, el cafetalero dejó la cancha llorando y con severas molestias en la rodilla, por lo que la preocupación va en aumento y, a más tardar, el lunes por la mañana le harán estudios.
Quiñones venía en una muy buena racha y se había ganado el puesto en una delantera de lujo del plantel junto a su hermano Luis, André-Pierre Gignac, Eduardo Vargas y Enner Valencia.
Está claro que se perderá la próxima fecha de la Liga frente a Monarcas y quedará en duda ante Rayados. En la institución desean que apenas se trate de un esguince, que lo mantendría 15 días al margen.