Para poder entrar al estadio se tendrá que enrolar y sacar un carné que lo identifique. Esa fue la consigna que surgió en junio de 2017 para los hinchas del fútbol colombiano, pero hasta el día de hoy, y a vísperas del inicio de la Liga Betplay I-2020, estas palabras se las llevó el viento.

Andrés López, periodista y productor de conciertos, publicó en su cuenta de twitter (@andresellopez) un reportaje que hizo sobre el enrolamiento del FPC. A continuación, le presentamos los apartes más importantes de esta investigación.   

Con el propósito de mejorar la seguridad en los estadios del país, en el segundo semestre del 2017 se inició con la carnetización y el enrolamiento de los aficionados colombianos. Sin embargo, hoy nadie responde ni por el dinero ni por el tiempo que gastaron los hinchas en este proceso.

 

Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor, señaló que el compromiso por parte de ellos se cumplió al enrolar a los aficionados, pero que el Gobierno y las autoridades municipales no cumplieron al no invertir en la infraestructura necesaria para implementar la identificación biométrica de los hinchas.

Fue en junio y julio de 2017 cuando las principales ciudades del país iniciaron con el procedimiento requerido por la Dimayor. Cada equipo se hizo cargo de programar las fechas y la logística para que sus seguidores acudieran a cumplir con el deber futbolístico que les impusieron.

 

El operador logístico del enrolamiento fue la empresa TuBoleta, que hasta el pasado 20 febrero de 2019, reveló que 243.466 hinchas se carnetizaron, cada uno pagando la suma de $11.900 pesos
colombianos.

Saque la calculadora y haga cuentas. Mientras hace la operación surge la gran duda: ¿Esa plática se perdió?...