Los Juegos Olímpicos son una enorme caja de resonancia. En todo sentido. En lo deportivo, sin dudas. Pero en lo económico, también. ¿Por qué negarlo o maquillarlo debajo de la alfombra? El deporte como gran industria cultural, como mercancía en sí misma, tiene en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 un gran negocio por delante.
Así, París 2024 prevé facturar hasta 2.130 millones de euros en concepto de merchansdising y licencias. La previsión surgió luego de que el Comité Olímpico Internacional (COI) llegase a un acuerdo con el ecommerce estadounidense Fanatics para ceder la gestión y venta de productos oficiales del evento.
Según Sportbuzzbusiness, las vías de ingresos del evento se dividirán en dos ramas: la venta de artículos oficiales (entre los que se encuentran peluches, gorras, imanes, pines, remeras y demás) y las licencias por el uso de la marca Paris 2024, que pretende superar los 2.000 millones de euros.
En suma, las previsiones indican, asimismo, que el Comité de Organización de París 2024 (del 26 de julio y el 11 de agosto de 2024) desembolsará 3.900 millones de euros para realizar la celebración.
En suma, la organización parisina espera que únicamente las licencias aporten al negocio cerca de 130 millones de euros, un 5% del negocio que supone la venta de cada artículo. Hasta ahora, la organización tiene acuerdos con Le Coq Sportif y Decathlon, entre otros, y se estima superar las ochenta marcas cuando comiencen los Juegos que cuentan con una gran aprobación de los franceses.
De acuerdo a una encuesta a pedido del Comité Organizador, más del 60% de los franceses está interesado en los Juegos Olímpicos de París 2024 y el 20% tiene la intención de comprar un producto oficial de París 2024. Por caso, con los Juegos de Tokio 2020, sin público por realizarse en medio de la pandemia por Covid-19, se vendieron dos millones de peluches.
Entonces, para París 2024 se estima que habría a la venta, al menos, un 50% más de mascotas en 30.000 puntos de venta distintos en la capital francesa que volverá a acoger una cita olímpica tras 100 años.