Una nueva fecha de la fase de grupos de la Europa League se disputó este jueves. Luego de un trabajado triunfo en el debut ante Sheriff Tiraspol, como visitante, Roma afrontaba su segundo compromiso, esta vez en el Estadio Olímpico de la capital italiana.
Los dirigidos por José Mourinho buscaban encadenar un nuevo triunfo para continuar camino a la revancha en el certamen dónde fueron subcampeones en la última campaña. Servette, que había caído en su presentación, era el rival de la noche para Roma.
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Empujado por la diferencia de jerarquía y el aliento de su público, la Loba dominó desde el inicio del trámite y consiguió adelantarse rápidamente. A los 21 minutos, Romelu Lukaku gritó por primera vez para los locales.
El delantero belga conectó un pase atrás de Mehmet Celik y quiso rematar cruzado. Un desvío en Keigo Tsunemoto, que quiso tapar el remate, le dio la dirección perfecta para que la pelota tuviera destino de red.
Lukaku es una MÁQUINA