Pobre. Pobre. Pobre muchacho. De tan solo verlo una y otra vez duele por él, por sus compañeros, por los hinchas. Por todos.

Los ponemos en contexto: liga local de República Checa, el Slavia Praga es puntero cómodo con 26 puntos, habiéndose jugado 9 fechas.

Por el otro lado, su clásico rival, de la misma ciudad. El Sparta. Mitad de tabla, 14 puntos, una temporada para el olvido.

La fecha 10 los enfrenta a ambos. El desarrollo del encuentro es lógico: el primero ganó 3-0 tranquilo, terminando con un jugador más, y para colmo teniendo a favor el gol en contra más insólito de todos.

Michal Sacek, tirado en el piso de su propia área en medio de una jugada, vio como el balón le rebotó "ahí atrás" y se metió derechito en el arco, para el 2-0 parcial. Su cara lo dice todo. Pobre. Pobre. Pobre muchacho.