Después de una primera parte donde Barcelona había hecho de todo para vencer al Athletic Club menos tener efectividad de cara al arco de Unai Simón, el segundo tiempo de la final de la Copa del Rey fue muy diferente.

A los quince minutos, Antoine Griezmann abrió el marcador después de un pase de Frenkie de Jong. Tres minutos después, el propio holandés fue quien marcó el 2-0.

Y sí, no podía quedarse afuera Lionel Messi, quien sentenció el 3-0 del Barcelona de una jugada espectacular.

El Diez y capitán tomó el balón en el campo de juego del Barcelona, le ganó en velocidad a todos por la banda derecha, tiró una pared con de Jong y su compañero lo asistió para que entre en el área grande.

 

Allí, Messi controló, enganchó, se perfiló para la zurda y clavó un golazo bárbaro que ni Unai Simón pudo adivinar.

¡Qué golazo, por favor!