Con el empate en 2 estampado en el marcador, Quique Setién, a instantes del final del cotejo ante Atlético Madrid y con la necesidad de quedarse con las tres unidades en pos de seguir luchando por la Liga Española, decidió llevar a cabo su última variante y mandó al campo de juego a Antoine Griezmann. Pese a ser una de las principales figuras del equipo Culé, el atacante, al día de la fecha, cuenta con un rodaje escaso si se pone el mismo a la par de su calidad y valor de fichaje.

 

Analizando dicha variante, distintos portales del Viejo Continente se percataron de un detalle no menor: la cara de Diego Simeone. Divisando el ingreso del jugador, con quien tuvo el placer de coincidir en el elenco Colchonero, el Cholo mordió sus labios con incredulidad al ver como su figura se había convertido en una mera alternativa.

Lógicamente, terminado el compromiso ante Barcelona, los medios no tardaron en comenzar a consultarle al entrenador argentino por el motivo de su reacción al divisar la variante. En las últimas horas, mediante una pequeña conferencia de prensa, el DT del Atleti también le dio cierto grado de razón a su par Blaugrana.

Posicionándose del lado de Setién e indicando que los pocos instantes que Antoine tuvo en el campo de juego son capaces de cambiar cualquier historia de un partido de futbol, Simeone, manteniéndose firme junto a su postura, marcó: "Tres minutos pueden ser determinantes".

Buscando fundamentar de la forma más dolorosa posible sus declaraciones para las mismas sean comprendidas, el Cholo, remontándose a una de las derrotas más dolorosas que le tocó padecer en su carrera como entrenador, viajó a la edición 2013/2014 de Champions League e indicó: "Perdimos una final de Champions por tres minutos". En aquel partido, a suspiros del final del cruce vs. Real Madrid, Sergio Ramos y un cabezazo letal se encargaron de llevar el cotejo al alargue, instancia en la que el equipo Merengue terminó imponiéndose por 4 a 1.