En el Wanda Metropolitano, el VAR se hizo presente en el segundo tiempo por la ida de los octavos de final de la Champions League.

De un centro al área, Álvaro Morata había marcado de cabeza y festejaba el 1-0 del Atlético Madrid ante Juventus.

Sin embargo, lo que vino a continuación, fue la otra cara del videoarbitraje, que parece traer tanta justicia como injusticia al fútbol.

El árbitro anuló el gol del Atleti por una supuesta infracción previa al cabezazo del delantero español.

¿Cuál? Una mano sobre la espalda de Giorgio Chiellini, quien se tiró a la pileta y dio pie al VAR. En cámara lenta, todo contacto parece falta.