Leonardo Bonucci volvió a la Juventus después de un paso fugaz por el Milan, no tan exitoso como su carrera en el equipo de Turín.

Ya en su casa, en la victoria por 2-0 ante la Lazio, junto a sus compañeros fue a saludar a la hinchada como acostumbran después de cada encuentro.

 

Pero mientras todos iban rumbo al vestuario, el defensor decidió quedarse y, levantando sus brazos, pedir disculpas a la afición por el tiempo fuera del club.

Parece haber una cuota de arrepentimiento. Pero el público no fue rencoroso. Y en un gesto de reconciliación, lo aplaudieron. Emotivo momento.

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