Liverpool ya no pudo retener al mejor futbolista de su plantilla, que se marchó rumbo a Barcelona, pero al menos cuenta con una jugosa suma de dinero fresco para buscar un reemplazante de su misma jerarquía.

La sorpresa, sin embargo, fue el interés en un futbolista que, llegado hace menos de un año al Bayern Munich, parecía estar muy lejos del mercado: James Rodríguez.

No será sencillo para Liverpool negociar la llegada del colombiano, que pese a ser todavía jugador del Real Madrid, está cedido al líder de la Bundesliga por dos temporadas, pero con cláusula de compra obligatoria finalizado ese período.

Los Reds apuestan a contar con James Rodríguez después del Mundial, lo que implicaría que el préstamo en Bayern Munich se interrumpa antes de los plazos establecidos, para allí poder negociar con el club Merengue; aunque muy probablemente también deba haber resarcimiento económico para el equipo alemán.