Sergio Ramos, uno de los mejores defensores de los últimos años, es un jugador fuerte, que le gusta el cuerpo a cuerpo. Luis Suárez tampoco le esquiva al roce y cada Real Madrid-Barcelona siempre es interesante el duelo entre ellos.

Luego del 1-0 que convirtió Suárez, el defensor español lo fue a buscar lejos. Cerca del área del equipo culé, el uruguayo cuidó la pelota y Ramos lo atropelló por atrás, tirandole un manotazo en la cara que el árbitro vio.

Pero sorpresivamente, no le sacó amarilla por la agresión, sino tiempo después por la exagerada protesta que hizo el capitán del Real Madrid, alterado por el momento que vivía el Merengue en el partido. Las quejas del central han sido considerables e incluso se le ha podido leer en sus labios un "el puto uruguayo".

Un dato. Sergio Ramos es el jugador que más expulsiones tiene en el clásico entre Real Madrid y Barcelona, con cuatro.