Neymar llegaba en duda para el duelo de hoy ante Costa Rica. Con una molestia en el tobillo, el crack decidió jugar igual. Intentó durante todo el partido, se puso la bandera de su país al hombro y sacó adelante un partido más que complicado.

En el final, el delantero de Paris Saint Germain nos regaló la jugada más mágica que se vio hasta ahora en el Mundial de Rusia.

Jugaron un tiro de esquina corto, Ney esperó al jugador rival y le tiró un lujo que despertó los aplausos de todos los amantes de la redonda.

¡Estás completamente loco, crack!