Uno de los peores momentos en la historia del América se dio en 2008 cuando estaba en caída libre hacia el último lugar de la clasificación que ocuparía al final del torneo de Clausura. Y al mismo tiempo las Águilas participaban en la Copa Libertadores donde vivirían un gran momento bajo el interinato de Juan Antonio Luna quien de esa experiencia bien podría darle unos consejos a Santiago Solari.

El América inició el torneo Clausura 2008 bajo la dirección técnica del argentino Daniel Alberto Brailovsky quien fue cesado tras la jornada 6 después de dos derrotas contra Morelia y Atlas; el también argentino Rubén Omar Romano entró al relevo y dejó el timón tras una derrota sufrida ante el Flamengo en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores por 4-2 en el estadio Azteca.

Entonces Juan Antonio Luna entró para hacer el quite. Las Águilas ya estaban desahuciadas en el torneo de liga, pero en la Copa Libertadores vivieron buenos momentos bajo el mando del Cabezón comenzando por el partido de vuelta de los octavos de final con un triunfo de 3-0 en el estadio Maracaná, con gran actuación del paraguayo Salvador Cabañas, autor de dos goles, para eliminar al Flemengo con marcador global de 5-4.

Juan Antonio Luna, quien recientemente criticó al presidente americanista Santiago Baños, se sumó al equipo con la ventaja de conocer a los jugadores pues tenía un par de años trabajando con el equipo. "Lo único que hice fue liberarlos de las presiones. Tenían más de un mes que estaban concentrados porque se jugaba la liga en fin de semana y entre semana la Libertadores, estaban muy agobiados, encerrados. Cuando llegué, lo primero que hice fue decirles que fueran por sus cosas al hotel donde estaban concentrados y que nos íbamos a concentrar hasta el sábado a mediodía para jugar el partido contra Monterrey. Eso fue lo que hice, me acuerdo que los muchachos gritaron de alegría y a la mañana siguiente pusimos a cada jugador en su puesto".

Solari debe poner a los futbolistas en su posición

Tras echar al Flamengo en octavos de final, con Juan Antonio Luna al mando, el América eliminó al Santos de Brasil en cuartos de final con marcador global de 2-1 y la aventura terminó en semifinales contra la Liga Deportiva Universitaria de Quito de Ecuador con un empate global de 1-1 por el criterio del gol como visitante. Pero la clave del Cabezón fue muy sencilla y es algo que le vendría aplicar a Santiago Solari para aliviar la crisis americanista en el torneo Clausura 2022.

"No tuvimos tiempo para hacer grandes cosas, los pusimos a jugar con los principios básicos del futbol: atacar y defender, cada quien en su posición, comprometidos y el equipo jugó como nunca; se vio que estaban agobiados por la presión que traían, ese mismo equipo había perdido ocho partidos de los últimos 12 y empataron cuatro, aparte habían recibido bastantes goles, pero el equipo después se caracterizó porque no recibía goles, los únicos que nos hicieron gol fueron Santos, al que le ganamos en el global 2-1 y la Liga de Quito, que nos anotó un gol, empatamos en el global a uno y con el gol de visitante nos dejaron fuera en la semifinal", detalló Juan Antonio Luna en aquella memorable experiencia como director técnico del América que en estos momentos de cara al partido ante los Pumas vive una crisis que requiere un remedio similar al de aquella ocasión.