América es uno de los conjuntos más grandes y laureados de México. Con 13 títulos, es el máximo ganador de la Liga MX, el torneo de mayor importancia para la gran mayoría de los equipos. Sin embargo, y a diferencia de otros elencos, no cuenta con participaciones muy trascendentesen los torneos de Conmebol.
Las Águilas no solo no tienen ningún campeonato de esta índole (la única escuadra mexicana que lo logró fue Pachuca en 2006), sino que tampoco llegaron a una Final de Copa Libertadores, a diferencia de Cruz Azul, Chivas de Guadalajara y Tigres UANL. Sin embargo, en la Copa Sudamericana del 2007estuvieron en las puertas de la gloria.
En una Final fatídica frente a Arsenal, Los Azulcremas perdieron la oportunidad de consagrarse a pesar de que ganaron 2 a 1 en Argentina (el marcador global fue de 4 a 4, pero en aquel momento todavía tenía valor el gol de visitante en caso de empate en las definiciones). Sobre aquel duelo, Lucas Castromán responsabilizó a su entrenador, Daniel Brailovsky, de no lograr el objetivo.
“Para mí esa Final la perdió nuestro director técnico ylos futbolistas, entre los que me incluyo. Que no te levanten una bandera o te cobren un penal raro son cosas del futbol, pero a mi criterio el técnico tendría que haber hecho cambios antes. Puede ser que haya habido alguna cosita a favor de Arsenal, pero fue meritorio su triunfo. La autocrítica tiene que estar siempre”, señaló quien llegó como una superestrella desde Vélez pero que jamás estuvo a la altura de la institución.
A su vez, el argentino recordó su expulsión minutos después de ingresar al campo de juego: “Había hecho una entrada en calor de 75 u80 minutos y todo ese enojo y bronca que tenía con el técnico lo despotriqué contra el árbitro. Me fui expulsado en menos de un minuto y medio con la Final perdida. Le pedí disculpas por putearlo y por haberle dicho que le habían puesto plata y no sé qué otra barbaridad. Le expliqué que estaba con las pulsaciones a mil. Me entendió y me dieron solo dos fechas”.
Esa caída, sin embargo, tuvo un impacto positivo en América: a partir de allí comenzó una de las etapas más gloriosas de la historia reciente del club.