Anthony Joshua está furioso. Todos en MatchRoom Boxing lo están. Sienten que han perdido el tiempo con Tyson Fury. No entienden por qué no tomó su obligación de hacer su trilogía con Deontay Wilder a fines del año pasado, lo que le hubiera permitido, a menos que temiera perder, negociar sin obstáculos la pelea de unificación de títulos mundiales.
El Rey de los Gitanos decidió pasar de ese compromiso alegando que ya habían vencidos los plazos estipulados en el contrato de su pelea revancha en febrero de 2020, en la que consiguió arrebatar a The Bronze Bomber el título mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo. Se mantuvo inactivo desde entonces y este domingo había confirmado fecha y sede para enfrentar a Joshua: 14 de agosto, en Arabia Saudita.
Pero el lunes explotó la noticia inesperada. Un fallo arbitral fue favorable al reclamo de Deontay Wilder y obliga a Fury a cerrar la trilogía de combates contra él para mediados de septiembre. Entonces, que pueda enfrentar a Anthony Joshua en agosto es realmente imposible, a menos que pueda convencer a Wilder con una montaña de dinero para que se corra del medio, que obviamente deberá ser mayor a la que este cobraría por enfrentarlo. ¡Y eso es mucho!
La furia de Anthony Joshua se replicó en las últimas declaraciones de Eddie Hearn, quien promueve su carrera desde MatchRoom Boxing: “Si Fury y su equipo no se ponen en marcha a finales de esta semana, no tendremos más opción que buscar una pelea alternativa”, expresó.
Y pensando en quién podría ser ese otro rival, mencionó en primer lugar el nombre del excampeón mundial absoluto de peso crucero, que subió ahora a conquistar el mundo de los pesados: “Anthony Joshua quiere pelear este verano.Oleksandr Usyk es obligatorio, pero tenemos otras dos o tres opciones”.