A Mario Cazares habrá que reconocerle que supo aprovechar al máximo el hecho de haber vencido a Saúl El Canelo Álvarez cuando ambos eran unos niños amateurs. También que venció a un excampeón mundial como Julio César Chávez Jr, aunque últimamente cualquiera lo vence. Y ni que hablar del hecho de que haya llegado a estelarizar una cartelera de ShowTime en los Estados Unidos.
Pero sucede que este domingo, en elMinneapolis Armory, la vara le quedó demasiado alta al mexicano. David Morrell, prodigio cubano de 23 años que llegó con el título mundial Regular de peso súper mediano de la AMB en su poder habiendo realizado nada más que cuatro peleas como profesional, se encargó de demostrarle cuál es su realidad.
El combate comenzó muy enredado. Cazares buscó algunos golpes de poder y se abrazó todo lo que el árbitro de la pelea lo dejó. Molesto, Morrell le lanzó un golpe de conejo que le valió una advertencia. Se cayeron mal de entrado y el retador lo pagó caro. Faltando menos de 40 segundos para que acabara el primer asalto, el cubano lo conectó con una izquierda de poder que le aflojó las piernas, para luego rematarlo con otra que lo mandó a dormir. Fin del invicto.
Una derrota contundente, que ni siquiera le permitió al mexicano cumplir con su promesa de que esa noche iba a haber una guerra enMinneapolis. Una derrota que le dará la vuelta al mundo y que obligará a Cazares a olvidar el nombre de Canelo Álvarez si es que seriamente creyó alguna vez que estaba en condiciones de enfrentarlo.
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Para David Morrell, que estiró su récord como profesional a cinco victorias, cuatro de ellas por nocaut, sin empates ni derrotas, no será mucho más que una nueva prueba superado. Él sí ha demostrado tener el nivel como para aspirar a enfrentarse con los grandes nombres. Será cuestión de tiempo y disciplina.