¿Cómo no lo vimos venir? ¿Cómo nos dejamos engañar? Aunque la amplia mayoría desconfió con el anuncio de una pelea entre Floyd Mayweather y Logan Paul, poco a poco a todos les fue ganando esa curiosidad de querer saber qué podría hacer el youtuber con todos esos kilos y centímetros de diferencia; o cuánto estaría dispuesto el excampeón mundial de cinco divisiones a dejar que dure su rival arriba del ring.

Transcurrida la primera ronda ya se había podido sacar la primera conclusión. Logan Paul no podría hacer nada con su ventaja de estatura y peso más que llegar hasta el final de la pelea. Entonces todo el peso del espectáculo se centró en Money, para ver cuándo derribaba al gigante. Pero nunca lo hizo. Y es muy grande la sensación de que nunca quiso siquiera intentarlo.

Entonces, entre los dos peleadores que en la previa se habían disparado con munición pesada hubo finalmente un combate demasiado amistoso en el Hard Rock Stadium de los Miami Dolphins. Un espectáculo que les valió muchos más aplausos en su ingreso al cuadrilátero que cuando debieron dejarlo. Y eso dice mucho.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar a estas circunstancias y especialmente a lo amistosos que habían sido entre sí Floyd Mayweather y Logan Paul cuando tantos, y lo lamentamos por ellos, habían pagado para ver una guerra, un derribo… Algo más de lo que vieron.

Recién cuando ambos peleadores tomaron el micrófono pudimos entender mejor de qué se había tratado todo esto. Floyd Mayweather elogió a Paul y le dijo que era más fuerte de lo que esperaba. Logan dijo que para él había sido un sueño cumplido enfrentar a Money. Y todos se fueron felices con sus millones.